Lo que parecía un tranquilo paseo por el Parque Nacional Katmail, en Alaska, terminó de una manera inesperada. Geoffrey Glassner caminaba por los bellos paisajes cuando de repente se encontró frente a frente con un oso pardo y dos de sus crías.

Ante la aparición de los animales, el hombre comenzó a retroceder, procurando guardar una considerable distancia y evitando tropezarse. "Vamos chicos, denme un descanso", señala Glassner en el registro del terrorífico encuentro. 

Para fortuna del excursionista, los osos lo dejaron tranquilo. Más adelante, se puede vez cómo la madre y sus crías juegan en la orilla del lago. 

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