Para los fanáticos de Nutella o cualquier similar, sabrá que es bastante molesto cuando esa delicia es consumida por otros. Porque bueno, cuando de caprichos se trata, la solidaridad y benevolencia son valores que pasan a segundo plano. 

Bajo esta premisa, Daniel Schobloch, ingeniero alemán, le hizo un favor a su amigo, cansado que los amigos de su hijo le abrieran su tarro de Nutella sin pedirle permiso, creó un simple y exitoso candado para evitar que se abra así como así. 

Cuando todo parecía ser una simple anécdota familiar, de pronto se dio cuenta que esta podría ser una excelente oportunidad para patentar un ingenioso invento. Es así como creó una puja en eBay y pasó lo lógico: miles y miles de ofertas por este artículo. 

El dispositivo fue creado con metacrilato (derivado del acrílico), el cual se puede sellar con un candado para evitar que se abra si no se tienen las llaves. 

Scholbloch vendió más de 1.000 unidades por 9,99 euros (7.723 pesos chilenos) en pocas horas. Y claramente: patentó este exitoso invento. 

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