AFP

En su primer álbum de estudio en 25 años, Roger Waters volvió a imprimir el sello de desasosiego que caracterizaba a su ex banda Pink Floyd. Pero esta vez el tema no es abstracto: Donald Trump.

El músico de 73 años lanzó el viernes "Is This the Life We Really Want?" (¿Es ésta la vida que realmente queremos?), su primer álbum desde 1992, que acompaña con una gira en Estados Unidos y Canadá hasta finales de octubre.

El disco "The Wall", probablemente el más famoso del grupo, retrató las dificultades de un niño para estar en contacto con el mundo que le rodeaba. "The Dark Side of the Moon" versó sobre el origen de las enfermedades mentales.

Ahora, en "Is This the Life We Really Want?", Waters habla de mundos terribles. "Déjà Vu" imagina un Dios impotente frente a la violencia y las tragedias ambientales. Salpicado de extractos radiofónicos, el tema "The Last Refugee" cuenta el fin de una guerra devastadora.

Si sus discos anteriores a menudo tenían un tono atemporal, el nuevo disco desborda actualidad: Donald Trump está omnipresente.

"Picture That", una de las canciones más mordaces, tiene un interludio muy roquero donde el músico habla de un "líder sin cerebro". 

Waters —un británico que vive en Nueva York y que fue propietario de un apartamento a pocas calles de la Trump Tower— se lamenta de la evolución del planeta desde la Segunda Guerra Mundial, el conflicto en el que murió su padre y que incidió fuertemente en el artista.

"Podríamos haber sido libres / Pero elegimos plegarnos a la abundancia / Elegimos el sueño americano", canta. 

En el álbum destaca lo electrónico, pero una guitarra acústica sale al paso a los sonidos de sintetizadores que caracterizan gran parte de su trabajo. 

En esta oportunidad el músico trabajó con el productor Nigel Godrich, también conocido como el "sexto integrante" de la banda de rock alternativo Radiohead. 

"Roger es en gran medida subestimado. Nos habíamos olvidado de que era un escritor sobresaliente", dijo Godrich a la AFP. 

Desde su salida de Pink Floyd, el músico ha vendido gran cantidad de discos. Pero es en las actuaciones en vivo donde consigue un éxito sin precedentes, con un récord de entradas para un artista en solitario en su larga gira mundial "The Wall Live" (2010-2013). 

En la puesta en escena de esta gira, Waters no escatima golpes para Trump, cuya imagen está impresa en un globo gigante en forma de cerdo que flota en medio del público, y en las pantallas se suceden las citas más polémicas del presidente estadounidense acompañadas de frases como "Trump is a pig" (Trump es un cerdo) y "Fuck Trump".

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