El verano puede ser una gran oportunidad para conectar con la naturaleza. El buen tiempo y las vacaciones permiten que nos acerquemos a pasatiempos para conocer más de estos espacios, como la observación de aves.

Lo cierto es que esta temporada tiene dos ventajas clave para esta práctica: mejores condiciones en el clima y una mayor actividad de las aves, tanto por las especies que migran hacia Chile, como por la etapa reproductiva de muchas de ellas.

Observar aves en la ciudad

En Santiago y otras ciudades del país se pueden apreciar diversos ejemplares de paseriformes, conocidos como los "pájaros cantores".

Este gran orden de aves, que abarca a casi la mitad de las especies reconocidas en el mundo, se caracteriza por su inteligencia, adaptabilidad, una variada utilización de cantos para su comunicación y la construcción de sus nidos. 

En la capital se pueden apreciar célebres representantes como el zorzal, el chincol, el tordo, el mirlo y jilgueros.

En primavera y verano, estas aves son más activas porque dicho periodo calza con el etapa de reproducción. 

Otro aspecto a tener en cuenta es que mientras más cerca estemos de áreas verdes, como parques o zonas silvestres, más posibilidades tenemos de observarlas. Ejemplo de estos lugares son el Cerro San Cristóbal, el Parque Bicentenario de Vitacura, el Cerro Renca o el Parque Inés de Suárez.

Especies emblemáticas

Si se trata de recorrer lugares silvestres, como los parques nacionales del sur de Chile, podemos observar a célebres aves que habitan en el país.

Es común que en el bosque del sur algunas especies se asocien a árboles y especies vegetales. Por ejemplo, el picaflor chileno se puede divisar en zonas húmedas y bajas, pero también cerca de plantas que destaquen por el néctar de sus flores, como el chilco o el quintral.

El chucao también es famoso en la superficie boscosa por su llamativo canto. Se caracteriza por una vocalización fuerte y por recorrer recorrer los suelos. La vocalización de la especie está relacionada a creencias populares: si canta por el lado derecho de una persona, es buen augurio, si lo hace por el lado izquierdo, es todo lo contrario.

Si queremos ver a especies de mayor envergadura, tenemos que ir a los gigantes del bosque sureño. Los coihues, araucarias, lengas y otros tipos de robles son el hogar de pitíos, loros como la cachaña o el famoso carpintero negro.

Algunas zonas de los parques nacionales Conguillío, Nahuelbuta, Alerce Costero y Pumalín, concentran grandes poblaciones de dichas especies.

Humedales Costeros

De norte a sur, Chile posee una extensa red de humedales costeros, ecosistemas de relevancia para la subsistencia de diversas aves.

En estos cuerpos de agua hay especies que son reconocidas por ser fáciles de observar. Como la tagüa común, el cisne de cuello negro o el cisne coscoroba.

En la zona central destacan los humedales de Mantagua en Quintero, el de la desembocadura del río Maipo en San Antonio, la laguna Petrel en Pichilemu o la laguna Torca en Llico.

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