Pensó que sería una divertida broma pero se convirtió en una pesadilla que no termina.

La modelo estadounidense Dani Mathers, chica Playmate del Año 2015 de la revista Playboy, pasó, en unos días, de trabajar en un programa de radio y contar con miles de seguidores a ser una de las personas más despreciadas en la red.

Además, según confirmó el departamento de policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés), Mathers está bajo investigación penal y se enfrenta a posibles cargos.

¿A qué se debe tanto escándalo?

La fotografía de la vergüenza

La ex chica Playboy difundió la semana pasada en Snapchat un selfie tomado en un gimnasio de la cadena LA Fitness en California.

Pero no sólo aparecía ella en la fotografía: la modelo de 29 años difundió la imagen de otra usuaria del gimnasio.

"Si no puedo 'no ver' esto, entonces ustedes tampoco", escribió como pie de foto en la imagen de una mujer desnuda que se encontraba en el vestuario, cerca de las duchas.

Al otro lado de la fotografía se ve a Mathers en ropa deportiva tapándose la boca.

Indignación en las redes

La broma no le hizo gracia a nadie.

Al menos por lo que se pudo ver en las redes sociales, donde la reacción del público fue inmediata.

Twitter se llenó de mensajes de usuarios que criticaban la acción de Mathers acusándola de ridiculizar a una persona por el aspecto de su cuerpo, lo que en inglés llaman bodyshaming.

Algunos dijeron que ese tipo de comportamientos fomenta que las mujeres caigan en desórdenes alimenticios para cumplir con un determinado ideal de belleza.

La reacción no fue sólo del público.

Poco después de que las imágenes subieran a Snapchat, la cadena LA Fitness le prohibió a Mathers la entrada a cualquiera de sus gimnasios en todo el país.

"Su comportamiento es abominable y pone a todos los miembros en riesgo de perder su intimidad", declaró en un comunicado Jill Greuling, vicepresidenta ejecutiva de operaciones de LA Fitness.

"Nuestras normas son muy claras: el uso de teléfonos celulares y la toma de fotografías están prohibidos en los vestuarios. No se trata sólo de una regla nuestra sino de un principio de decencia".

Si bien Snapchat no quiso hacer comentarios a la prensa, en sus directrices establece: "No tomes fotos de personas sin su conocimiento y consentimiento" y "ten cuidado extremo en no violar la intimidad de las personas en lugares privados, como en una casa, un baño, un probador o un vestuario".

La cadena de reacciones siguió su camino y Mathers fue también despedida de su trabajo como comentarista en un programa de radio de la emisora KLOS de Los Ángeles, California.

Disculpa y desaparición

Consciente del clamor desatado en su contra, Mathers ofreció disculpas en Twitter y emitió un video en Snapchat, en el que explicó que subió la fotografía a la red social "accidentalmente".

"Fue totalmente incorrecto y no era lo que quería hacer. He elegido hacer lo que hago para vivir porque adoro el cuerpo femenino y sé que ridiculizarlo está mal y yo no soy así.

"Esa fotografía fue tomada como parte de una conversación personal con una amiga y, como soy nueva en Snapchat, no me di cuenta de que la había difundido públicamente y fue un gran error.

"Sé que he molestado a mucha gente pero por favor, créanme cuando digo que yo no soy así. Nunca hice esto antes y nunca lo volveré a hacer, tienen mi palabra".

Desde entonces, las cuentas de Mathers en Twitter, Instagram y Snapchat han desaparecido.

La usuaria Brittany Minoff escribió en Twitter: "Dani Mathers borró su cuenta de Twitter y probablemente su carrera".

La explicación de la modelo no fue bien recibida tampoco, puesto que reconoce que había tomado la fotografía y la pensaba compartir con una amiga.

Cargos legales

La playmate de 2015 podría acabar en la cárcel por este escándalo.

LA Fitness reportó el caso a la policía y el capitán del LAPD, Andrew Neiman, confirmó que los detectives están haciendo averiguaciones.

La corresponsal de BBC Mundo en Los Ángeles, Beatriz Díez, recuerda que bajo la ley de California, Mathers se enfrenta a un posible cargo de desorden público por la "distribución ilegal" de la imagen, una falta que puede derivar en una multa de hasta US$1.000 o seis meses en prisión.

Con la difusión de la fotografía, Mathers ha vulnerado el derecho a la intimidad en un lugar privado de la mujer que allí aparece.

También hay voces que piden a la mujer de la imagen, cuya identidad no se ha revelado, que demande a la modelo.

Los problemas de Mathers parece que no han hecho más que empezar.

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