"La Sociedad de la Nieve" es el nuevo largometraje sobre el "milagro de Los Andes", el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que sólo dejo a 16 sobrevivientes de las 45 personas a bordo del avión que se estrelló en la cordillera homónima. 

De esta historia conocemos a varios protagonistas, entre ellos Roberto Canessa y Fernando "Nando" Parrado, dos de los rugbistas que viajaban a Chile a disputar un encuentro contra el equipo de Old Boys en Santiago.

Canessa y Parrado fueron los encargados de buscar ayuda para el grupo. Su aventura incluyó una travesía montañas abajo durante 38 kilómetros, hasta encontrar a Sergio Catalán, un arriero de la precordillera de San Fernando, quien fuera la primera persona en divisarlos y en prestarles ayuda.

Esta parte de la historia tiene sólo un paso fugaz en la película de Netflix, sin embargo, su papel fue trascendental para evitar la muerte de los 16 sobrevivientes.

El lazo entre los uruguayos y Sergio Catalán

"Yo andaba viendo mi ganado cuando los divisamos al otro lado de un río (...) Nosotros pensamos que era gente que andaba cazando o turistas", decía Sergio Catalán a Canal 13 en 1972, días después del rescate.

"Cuando nos veníamos de regreso, como a las nueve, quedaba poco día. Nos ven ellos, se acercan, corrían y se caían. Llegaron a un barranco y empezaron a gritar. Nosotros no le entendíamos lo que nos decían, algo de un avión que se había caído(...) Desesperados pedían auxilio y socorro. Yo les dije 'mañana les presto auxilio'", agregaba en su relato.

De esta manera Catalán hizo el primer contacto con los uruguayos, el 21 de diciembre de 1972, dos meses después del accidente.

Sin embargo, no sería el último encuentro con ellos.

Luego de ese primer grito de auxilio, el arriero se dirigió a un retén de Carabineros, ubicado en la zona de Puente Negro. Desde ahí se comunicó la noticia a Santiago y se gestionó el posterior rescate con helicópteros del Ejército.

Sergio Catalán cimentó una amistad de largos años con los sobrevivientes, hasta el día de su muerte, el 11 de febrero de 2020, a los 91 años de edad.

Los rugbistas uruguayos visitaron frecuentemente la casa del campesino en Chile. Este, por su parte, recibió una serie de reconocimientos, incluyendo uno del gobierno del país sudamericano.

Publicidad