Unos científicos identificaron los componentes de un bálsamo usado para conservar los órganos momificados de una mujer que pertenecía a la antigua nobleza egipcia y ha reproducido la fragancia que este tenía, a la que han llamado el "aroma de la eternidad", según se detalla este jueves (31.08.2023) en un estudio publicado por la revista Scientific Reports.

Los bálsamos utilizados para el proceso de momificado eran de una gran complejidad, ya que eran formulados con elementos llegados de regiones lejanas. En el Antiguo Egipto, muy pocas personas podían tener acceso a los secretos del proceso de momificación, pero los avances científicos han permitido indagar los ingredientes en profundidad.

Los pulmones y el hígado de Senetnay

Resina de alerce, pistacia, cumarina y, posiblemente, dammar, son algunos elementos hallados en dos vasijas canópicas (para preservar vísceras) que sirvieron para contener los pulmones y el hígado de Senetnay, una mujer noble que vivió en Egipto en la XVIII dinastía, hacia el 1450 a. C., y que fue nodriza del faraón Amenhotep II.

Los órganos de esta noble fueron momificados y guardados en cuatro recipientes en una tumba del Valle de los Reyes, donde fueron encontrados por Howard Carter en 1900, y dos de ellos se conservan en el Museo August Kestner de Hannover (Alemania).

Diferencia de los ingredientes por estatus social

El equipo de científicos utilizó una tecnología de cromatografía de gases-espectrometría de masas para analizar los restos de las sustancias hallados en esas vasijas canópicas. De esta manera, los autores se percataron de que el tipo de ingredientes empleados en la momificación variaba según el estatus social del difunto.

Basándose en una revisión de análisis anteriores de bálsamos de momificación, los autores vieron que los aplicados a los órganos de Senetnay eran relativamente complejos en comparación con otros del mismo periodo, y sugieren que la mayoría de los posibles componentes probablemente habrían sido importados de lugares situados fuera de Egipto.

Los ingredientes del bálsamo

Los bálsamos analizados contenían cera de abeja, aceites vegetales, grasas animales, betún y resinas de la familia de las coníferas, que incluye pinos y alerces.

Además, se identificó la presencia de cumarina, que tiene un aroma parecido a la vainilla y se encuentra en una amplia gama de plantas, como las canelas y las plantas de guisantes, además de ácido benzoico, que se da en resinas y gomas fragantes obtenidas de varios tipos de árboles y arbustos.

"Estos ingredientes complejos y diversos, exclusivos de esta época temprana, ofrecen una comprensión novedosa de las sofisticadas prácticas de momificación y de las amplias rutas comerciales de Egipto", según Christian Loeben, conservador del Museo August Kestner.

Diferencias de ingredientes para cada órgano

El estudio pone también de relieve las conexiones comerciales de los egipcios en el II milenio a.C, pues los ingredientes del bálsamo dejan claro que los antiguos egipcios se abastecían de materiales de fuera de su reino desde una fecha temprana, destacó la coautora Nicole Boivin.

Aunque la composición de los bálsamos de ambas vasijas parecía muy similar, el equipo identificó diferencias notorias, lo que podría indicar que las composiciones variaban en función del órgano que debían conservar. Así, el recipiente destinado a preservar los pulmones tenía dos sustancias que no estaban en el otro.

Uno de esos ingredientes es el larixol, que se encuentra en la resina de alerce, y otra resina fragante que sugieren que es el dammar, la cual se obtiene de árboles que crecen en la India y el sudeste asiático, o una resina obtenida de los árboles de Pistacia, parte de la familia del anacardo.

Un perfume en función de los ingredientes

Asimismo, los científicos decidieron recrear uno de esos aromas utilizados en la momificación, en "un esfuerzo innovador por crear un puente sensorial con el pasado antiguo", según un comunicado difundido por el Instituto Max Planck de Geoantropología, de Alemania.

Para desarrollar el "aroma de la eternidad", los autores colaboraron con la perfumista francesa Carole Calvez y con la museóloga sensorial Sofia Collette Ehrich, para recrear la fragancia basándose en sus conclusiones analíticas.

Exposición del aroma en un museo

El "aroma de la eternidad" se presentará en el Museo Moesgaard de Dinamarca, en una próxima exposición que ofrecerá a los visitantes una vivencia sensorial única: experimentar de primera mano un olor ambiental de la antigüedad y percibir el del antiguo Egipto.

Este aroma "representa algo más que el aroma del proceso de momificación", señaló la principal autora Barbara Huber, para quien ese olor "encarna el rico significado cultural, histórico y espiritual de las prácticas mortuorias del Antiguo Egipto".

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