¿Te has sentido atrapado o atrapada en una rutina laboral interminable y desafiante? En España distintos medios ya describen este trastorno laboral como Sisifemia,

El término Sisifemia tendría su origen en el personaje mitológico Sísifo, quien fue condenado a empujar cuesta arriba una roca gigante sólo para verla caer y luego repetir el proceso infinitamente.

“Es un término muy reciente y viene de la historia mitológica de Sísifo, condenado a empujar eternamente una roca cuesta arriba sólo para verla rodar hacia abajo una vez alcanzada la cima. Lo que simboliza un extremo esfuerzo casi sin sentido. Esto está sucediendo a muchos trabajadores, que, extenuados por jornadas interminables, a menudo carentes de un propósito claro y tangible, se extienden por períodos prolongados, reflejando así la esencia de este término; un estado de fatiga y desmotivación, donde el esfuerzo parece desproporcionado en relación con los resultados o satisfacciones obtenidas”, expuso Inma Brea, coach experta en comportamiento humano y en Humanización Corporativa, a la revista española Hola.

Por su parte, el diario El País apunta a “ambición obsesiva, estrés crónico y cansancio patológico”, tras este trastorno que se comienza a hacer conocido en ámbito laboral. El Mundo, en tanto, habla de “jornadas interminables y perfeccionismo”.

Sisifemia: Los síntomas que pueden activar la alerta

Expertos de Vivofácil, empresa líder de cuidados privados a las personas en sus domicilios, resumen las principales señales a las que hay que poner atención; destacando la obsesión por la productividad, ambición desmedida, agotamiento físico y mental y la búsqueda del perfeccionismo extremo.

  • Búsqueda constante de validación externa
  • Auto exigencia y perfeccionismo
  • Aislamiento social
  • Agotamiento físico y mental
  • Disminución de la concentración y problemas de memoria
  • Dificultad para dormir
  • Incapacidad para desconectarse del trabajo
  • Desánimo y sentimiento de incapacidad para resolver las tareas del día
  • Episodios de ansiedad y depresión

Inma Brea añade a Hola que “lo más notable físicamente es una fatiga constante y problemas para dormir bien. Mentalmente, nos enfrentamos a la ansiedad y al estrés, que nublan nuestra mente, robándonos la concentración y también la creatividad. En consecuencia, nos lleva a una irritabilidad que trasciende lo personal, afectando también las relaciones sociales. Y esto es importante porque nos empuja al aislamiento o, por el contrario, genera conflictos con quienes nos rodean. Y en lo más profundo, estos desafíos impactan en cómo nos vemos a nosotros mismos, distorsionando nuestro autoconcepto y autopercepción, haciéndonos cuestionar nuestro valor y capacidades. Es un llamado a atender no solo nuestra salud física, sino también mental y emocional”.

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