Chile tiene unos cielos privilegiados por combinar dos factores esenciales para la observación astronómica: tiene locaciones alejadas de las urbes, disminuyendo la contaminación lumínica; además, hay regiones donde los cielos permanecen despejados la mayoría del año. Estas condiciones han permitido que los grandes programas astronómicos del mundo instalen equipos de alta tecnología en nuestro suelo.

Este es el caso del ESO, Observatorio Europeo del Sur,  que opera el Very Large Telescope (telescopio muy grande), que son cuatro telescopios instalados en cerro paranal, en el desierto de Atacama. En la actualidad, el ESO está construyendo el  Extremely Large Telescope, que será el observatorio más grande del mundo. Se espera que esté listo y operativo para el 2024.

El Very Large Telescope elaboró la imagen más detallada captada hasta la fecha de la llamada “Nebulosa del Murciélago”, por su particular forma. Esta nebulosa, que es el resultado del monumental estallido de una estrella al terminarse su combustible (átomos de hidrógeno y helio), está ubicada a 2000 años luz de distancia.

Desde el ESO explican que:  "Aunque esta nebulosa fantasmal de Orión parece estar aislada de otros objetos cósmicos, los astrónomos creen que fue formada por los poderosos vientos estelares de las estrellas masivas más allá de ella".

La imagen fue elaborada por el  programa Joyas cósmicas de ESO, que es una iniciativa de divulgación que utiliza los telescopios de ESO para crear imágenes de objetos interesantes, enigmáticos o visualmente atractivos, con un fin educativo y divulgativo.

 

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