Cada vez es más común escuchar el concepto de emprendimiento social en el mundo de los negocios, sin embargo, no muchos saben a qué exactamente hace referencia.
Si bien no existe una definición universal de emprendimiento social, es posible llegar a un consenso de que se trata de un proyecto que busca soluciones innovadoras para diversas problemáticas sociales, sea la pobreza, el cambio climático o incluso la educación, entre muchas cosas más.
Este tipo de empresas mezcla tanto el mundo de la economía como el de las organizaciones sin fines de lucro. Por un lado, tiene el objetivo de ser un aporte para la sociedad, y por el otro, ocupa las herramientas del mercado para ser escalable, sustentable y generar utilidades.
Si bien las ganancias, las inversiones y todo el mundo de los números son sumamente importante para este tipo de empresas, el objetivo principal siempre será generar un cambio social.
¿Cuál es el perfil de un emprendedor social?
Según define el director ejecutivo de la organización SociaLab en México, Juan del Cerro, en su libro "¿Qué es el emprendimiento social?", existen diferentes perfiles de emprendedores sociales. Estos pueden tener cualquier origen, sin importar que carrera hayan estudiado o experiencia laboral tengan.
Sin embargo, existen algunas características claves que todos los emprendedores de este tipo comparten. A continuación, te las explicamos.
Alto compromiso social
Este tipo de emprendedores tiene una gran sensibilidad por los problemas que afectan a otros, y su principal motivación es trabajar para generar un cambio positivo en su comunidad.
Visión de negocios
El emprendedor social entiende el potencial que tiene atender los problemas sociales con una visión de negocios. Buscará usar sus recursos de la mejor manera para obtener el mayor beneficio posible para todas las partes.
Innovador
Siempre encuentra nuevas maneras para resolver los problemas que se le presentan, utiliza la tecnología en su favor para crear nuevas soluciones que sean accesibles a las personas que las necesitan.
