En agosto de 1999 se estrenó “El proyecto de la bruja de Blair” en Estados Unidos. Se trata de una película de terror que significó un importante cambio al estilo de filmes de ese género que se venían haciendo en el país durante la década de los '90.
En términos financieros y de estilo, esta cinta –que contó con un elenco de desconocidos y un presupuesto escaso en comparación con las grandes producciones de Hollywood- logró marcar un precedente que se mantiene.
La “realidad” como factor de miedo
Una de las principales características de “El proyecto de la bruja de Blair” es la forma en que fue grabada: Con un estilo documental y exhibiendo a los actores como si tratara de una grabación amateur. Tal factor es considerado uno de sus principales valores, ya que provocó una sensación de realidad para el espectador, tanto en la promoción del filme como al estar viéndolo.
Esta manera de contar la historia, que ya había sido vista en películas como “Holocausto Caníbal” de 1980, fue recogido por una de las sagas de terror más populares de los últimos años: “Actividad paranormal”, franquicia que ya suma seis cintas hasta el momento.
Menos puede ser más
60 mil dólares es lo que le costó a los directores Eduardo Sánchez y Daniel Myrick hacer este filme, el cual alcanzó a recaudar más de 240 millones de dólares en el mundo. Se trata de una cifra ínfima para los números que se manejan en las producciones de Hollywood y que da cuenta que para conseguir un hit en la taquilla, no es necesario invertir cientos de millones de dólares.
Un ejemplo reciente de este tipo de proyecto es “V/H/S”, que también recoge el estilo documental y costó poco dinero. No obstante, la saga ya lleva dos películas y una tercera se estrenará este año.
Internet como parte clave de promoción
Con el objetivo de promocionar el filme, los productores lanzaron una campaña viral que consistía en instalar este proyecto como un documental, haciendo creer que los hechos registrados eran reales.
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