La relación de Samsung y LG es bastante peculiar. Ambas fueron impulsadas por el gobierno coreano, pero compiten mano a mano en varios segmentos tecnológicos. En la feria CES, que comienza en enero, se produce siempre una guerra de anuncios con televisores OLED y refrigeradores inteligentes.
Ese vínculo está en uno de sus peores momentos por un supuesto boicot. Este viernes la sede de LG fue registrada por el Ministerio Público, que busca recopilar información del atentado que ejecutivos de la empresa habrían cometido contra productos de Samsung en septiembre.
La guerra entre Samsung y LG antes del CES es a nivel de trincheras https://t.co/UJQ9DWKUKu pic.twitter.com/31Ejc9993e
— xataka (@xataka) December 25, 2014
Ese mes, ejecutivos de LG ingresaron a una tienda de Berlín e inspeccionaron lavadoras Samsung, cuyas puertas habrían roto. En esa ciudad se celebraba la IFA, una de las mayores ferias del mundo de electrodomésticos y electrónica de consumo.
La fiscalía registró la oficina del CEO de electrodomésticos de LG, Jo Seong-jin, y de otros ejecutivos, según la agencia Yonhap. Allí obtuvieron documentos y discos duros relacionados con IFA. LG niega todas las acusaciones y explica que las puertas se rompieron ya que "las bisagras estaban aflojadas". Incluso anunció que contrademandará por "difamación y falsificación de evidencias".
Samsung y LG son grandes empresas coreanas llamadas "chaebol", grandes conglomerados que recibieron fuerte apoyo del gobierno de Seúl para impulsar el crecimiento del país. La autoridad marcó ciertas directrices de desarrollo para cada compañía.
