Fiesta cívica en traje de baño: Partido Laborista lidera en Australia mientras los votantes disfrutan la “salchicha de la democracia”
Fiesta cívica en traje de baño: Partido Laborista lidera en Australia mientras los votantes disfrutan la “salchicha de la democracia” - Reuters
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Con más del 20% de los votos escrutados, el Partido Laborista se encamina a formar gobierno tras las elecciones generales celebradas este sábado en Australia. La tradicional “salchicha de la democracia” y llamativos atuendos volvieron a ser protagonistas en los centros de votación.
El Partido Laborista, liderado por el actual primer ministro Anthony Albanese, se perfila como el gran vencedor de las elecciones generales de Australia celebradas este sábado 3 de mayo, según las proyecciones preliminares de medios locales.

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Con el 22% del escrutinio completado, los laboristas ya han asegurado 31 escaños, mientras que la coalición Liberal-Nacional, principal fuerza opositora, obtiene por ahora solo 15 escaños, de acuerdo con la cadena pública australiana ABC News, que anticipa una victoria del oficialismo.
En estos comicios se renovarán los 150 escaños de la Cámara de Representantes, y la formación que logre al menos 76 bancas será la que podrá formar gobierno. La jornada electoral transcurrió con normalidad en todo el país, marcada por un ambiente festivo y costumbres únicas que caracterizan al proceso electoral australiano.
La “salchicha de la democracia” y votar en traje de baño
Como en cada elección, los votantes australianos, conocidos coloquialmente como “aussies”, acudieron a las urnas con atuendos particulares, incluso en traje de baño, pues muchos lo hicieron antes o después de ir a surfear o nadar, en una muestra más del carácter relajado y festivo que envuelve la jornada cívica en el país oceánico.
Una de las imágenes más representativas del día fue, nuevamente, la presencia de la famosa “salchicha de la democracia”, un sándwich de salchicha a la parrilla que se vende en los centros de votación para recaudar fondos para organizaciones locales y fomentar la participación ciudadana. Largas filas se registraron en ciudades como Sídney, donde miles de personas compraron este simbólico alimento tras ejercer su derecho al voto.


