Niño ucraniano de 11 años contó cómo vio morir a su mamá tras bombardeo ruso y traductora se quebró
La intervención de Roman Oleksiv, un niño ucraniano de 11 años, estremeció al Parlamento Europeo este jueves 11 de diciembre. Su relato sobre el ataque que sufrió en 2022 producto de un bombardeo ruso, en el que perdió a su madre y resultó gravemente herido, conmovió profundamente a la intérprete, quien no pudo continuar la traducción y rompió en llanto al escuchar su testimonio.
Roman fue víctima de un ataque con misiles rusos que alcanzó un hospital en el centro de Vinnytsia, mientras esperaba una cita médica junto a su madre. La mujer (de 29 años) murió al instante, mientras que él tuvo que arrastrarse entre los escombros para sobrevivir.
Desde entonces, ha pasado por más de 36 intervenciones quirúrgicas para tratar sus lesiones y las graves quemaduras, que incluso llegaron hasta sus huesos.
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Niño ucraniano contó cómo vio morir a su mamá tras bombardeo ruso y traductora se quebró
Ese bombardeo dejó 28 muertos y más de 200 heridos. El niño sufrió quemaduras de cuarto grado, daños en órganos internos y lesiones severas en piernas y glúteos tras intentar escapar mientras las piedras calientes le quemaban la piel.
Durante su intervención ante el Parlamento Europeo, la traductora se quebró cuando escuchó al niño describir el momento exacto en que vio a su madre por última vez. “La vi aplastada bajo las rocas, y solo pude ver su cabello. Lo acaricié y comencé a escarbar”, relató Roman.
“Soy de Ucrania y ahora vivo en Lviv. Mi mamá y yo fuimos a Vilnius, a Ucrania, y allí salieron tres misiles rusos. Fue la última vez que vi a mi mamá. Fue la última vez que pude despedirme de ella”, agregó.
Antes del ataque, Roman practicaba baile de salón y tocaba el acordeón. Dos años después, y tras decenas de intervenciones y un largo período usando una máscara facial para reducir cicatrices, pudo volver gradualmente a sus actividades.
Tres encuentros con el Papa Francisco
La historia de Roman también llegó al Vaticano. El menor fue recibido por el papa Francisco en tres ocasiones. En las dos primeras, en diciembre de 2023 y mayo de 2024, se presentó con sus guantes, máscara y traje protector, indispensables en su recuperación. La tercera vez, el 3 de febrero de este año, asistió ya sin ellos, dando testimonio de sus avances.
