Trabajadora de call center fue despedida luego hacer más de 1.500 llamadas, pero no concretar ninguna venta

Una trabajadora de call center en España fue despedida luego de hacer más de 1.500 llamadas pero no concretar ninguna venta.

Luego de siete años dentro de la empresa dedicándose a televentas, la mujer fue despedida porque la su empleador identificó un incumplimiento grave de sus obligaciones: un ejemplo fue que no logró una sola venta en más de 1.500 llamadas.

Según recoge Infobae, el contrato entre ambas partes finalizó en marzo del 2024. Desde entonces, estuvieron involucrados en una disputa legal que la extrabajadora inició para poder reintegrarse en su puesto. Sin embargo, los tribunales le dieron la razón a la empresa, argumentando su mal desempeño.

Las otras justificaciones de su despido

Para justificar su despido, la empresa dividió su argumento en tres razones, una supuesta disminución continuada y voluntaria en su rendimiento, la cual quedó demostrada en las nulas ventas que generó en 1.500 llamadas que efectuó entre enero y febrero del 2024.

También apuntaron a transgresión de la buena fe contractual: la exfuncionaria utilizaba el computador de la empresa para fines personales y fuera del horario laboral, como en la realización de cursos en línea y compras en comercio digital. Además, usualmente salía a fumar en la oficina, ausentándose sin marcar su salida para que el sistema no registrará el abandono de deberes.

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Finalmente, la empresa acusó faltas reiteradas de puntualidad: hubo ocasiones en que la trabajadora llegaba hasta dos horas más tarde de su horario de ingreso..

La trabajadora y su último intento por revertir su situación

Si bien luego de haber sido despedida, la mujer acudió al Juzgado de lo Social en Bilbao (Juzgado de Letras del Trabajo en el caso chileno), donde el juez decretó que la empresa estaba en lo correcto. Aun así, la mujer insistió en medidas legales y llevó su caso al tribunal superior de justicia del País Vasco (Corte de apelaciones en Chile),

El Tribunal desestimó las aspiraciones de la teleoperadora, ya que ratificó la decisión del Juzgado al constatar una falta de productividad prolongada. Además, se comprobó que la empleada había vulnerado deberes fundamentales de su puesto, incluyendo la asistencia, la puntualidad y el uso adecuado del computador de trabajo.