“Córtenle la lengua y los dedos”: Los violentos audios de “La reina del sur” que revelan su brutal liderazgo criminal
Con un tono imperativo y sin espacio para la duda, Andrea Allende Marchant –alias “La reina del sur” – dictaba órdenes desde lo que parecía su centro de operaciones en Linares, en la región del Maule.
En distintos registros de audio, ella instruye castigos físicos, solicita videollamadas durante golpizas y amenaza a miembros de su propia banda. “Córtenle la lengua y los dedos”, se le escucha decir, en una frase que los investigadores consideran clave para entender el nivel de violencia que ejercía.
“La reina del sur”: narco chilena ordenó asesinar a dos miembros de su banda en la línea del tren
La mujer de 44 años es sindicada como líder de una organización dedicada al narcotráfico que operaba en pleno centro de Linares.
Su figura fue creciendo hasta ser considerada una peligrosa matriarca criminal, cuyos métodos incluyeron –según la Fiscalía y la PDI– ejecuciones por traición, torturas en una casa adaptada para esos fines, y una red de vigilancia montada con tecnología, vigías y turnos registrados en un cuaderno.
Los audios recopilados durante la investigación revelan cómo Andrea Allende ejercía control sobre sus subordinados. En uno de ellos, da instrucciones claras para revisar físicamente a un miembro de la banda.
“Trajíneme al bucanero y me hacen un videollamado cuando lo estén trajinando, cortita nomás. Zapato, calzoncillo, listo. Haga la cortita y encuéntreme qué me hace falta, cortita”, dice con tono autoritario.
Su apodo no era antojadizo. Inspirada en la serie La reina del sur, la chilena montó una red de narcotráfico con puntos de venta protegidos, estructuras elevadas para vigilar a la policía y un sistema de vigilancia que incluía soldados con walkie-talkies.
Pero la violencia interna era parte de su método de control. En otro audio, se le escucha ordenar: “Lo que le digo yo, lo que le digo… corto la lengua y te corto los dedos, hermano”.
Dos asesinatos ordenados por "La reina del sur" desde dentro
Por otra parte, las escuchas también fueron clave para vincularla con dos homicidios ocurridos en julio y agosto de 2024.
Óscar Garrido (43) y Vicente Campos (24), miembros de su banda, fueron encontrados maniatados y con impactos de bala en el río Liguay, comuna de Longaví. Ambos habrían intentado robar droga o dinero, lo que para Andrea fue motivo suficiente para ordenar su ejecución.
De acuerdo con el comisario Ítalo Biagetti, los cuerpos fueron llevados caminando hasta un puente ferroviario, maniatados con cable coaxial –del mismo tipo encontrado en la casa de tortura– y asesinados de un disparo en la cabeza. Después, sus cuerpos fueron lanzados al río.
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La investigación liderada por la Fiscalía del Maule y la PDI permitió allanar su centro de operaciones, donde además de rastros de sangre y drogas, se encontró un cuarto subterráneo con un hombre proveniente de La Pintana, aún sin vínculo esclarecido.
También se descubrió que una supuesta peluquería que administraba junto a su esposo era solo una fachada para lavar dinero.
Afortunadamente, la organización fue completamente desarticulada por un operativo que incluyó 180 funcionarios y actualmente Andrea Allende, ahora en prisión, ya no podrá exigir que la llamen “la reina del sur”, al menos fuera de la cárcel.
