La querella del Gobierno contra el o los responsables de la fiesta ilegal celebrada en Año Nuevo en la localidad de Cachagua, comuna de Zapallar, que habría generado un brote de COVID-19, reveló que Carabineros hizo un control del evento y cursó un parte por "ruidos molestos".
De acuerdo a información de La Tercera, del escrito ingresado este jueves en el Juzgado de Garantía de La Ligua —y en contra de Samuel Israel Concha— se desprende que en el inmueble había más de 200 personas.
Debido a las medidas presentadas por el Plan Paso a Paso del Ministerio de Salud, el aforo permitido en las residencias de la comuna, por estar en Fase 3, era solo de 20 personas incluyendo a los residentes.
La fiesta se realizó en el condominio Aguas Claras y la querella fue ingresada por la Intendencia de la Quinta Región. La acción judicial aún no se declara admisible, pero va dirigida al reconocido piloto de rally, primo de Jeremías y Benjamín Israel, y contra todos quienes resulten responsables.
A Samuel Israel se le acusa de ilícito contra la salud pública, en calidad de autor, establecido en el artículo 318 del Código Penal.
"Con fecha 3 de enero de 2021, siendo las 01:00 horas aproximadamente, personal policial correspondiente a la 1° Comisaría de Carabineros de La Ligua, tomó conocimiento de la existencia quejas de parte de los vecinos del lugar por la existencia de música a alto volumen y gritos, la cual tenía lugar en el inmueble ubicado en Aguas Claras sur, comuna de Zapallar, lugar en el cual personal policial constató la efectividad de los hechos denunciados, procediendo a cursar una infracción por ruidos molestos y gritos al imputado, quedando este último citado al Juzgado de Policía local de Zapallar", dice la descripción de los hechos.
De acuerdo a fuentes del medio citado anteriormente, el objetivo de la querella es ampliarla este viernes en contra del resto de las fiestas clandestinas realizadas en la comuna de Zapallar y que se hicieron públicas a través de videos en redes sociales y audios de WhatsApp.
