"Volvió a ser el Monsalve seguro": Testigo describe giro en actitud del exsubsecretario cuando denunciante se tomó licencia médica
El sumario administrativo que lidera la Contraloría en contra del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien fue formalizado por los delitos de violación y abuso sexual, ha sumado nuevos antecedentes clave.
Desde que el organismo asumió el control del sumario vinculado al caso, el fiscal instructor René Morales ha avanzado en la recolección de pruebas, incluyendo declaraciones de funcionarios públicos.

Diligencia clave en caso María Ercira: Interrogarán a trabajadores haitianos que no regresaron al fundo tras la desaparición
En ese sentido, dentro de las declaraciones más relevantes que han salido a la luz, destaca la de Ricardo Lillo, exasesor en el equipo de Monsalve y militante del Partido Socialista. Lillo no solo compartía labores con la denunciante en el mismo entorno de trabajo, sino que además fue su expareja.
Según recogió el diario La Tercera, su testimonio ante Contraloría, que fue entregado en diciembre, entrega detalles relevantes sobre un notorio cambio en el comportamiento del exsubsecretario, tanto antes como después de que se conociera la denuncia.
El giro en el comportamiento habitual de Manuel Monsalve
Uno de los aspectos más llamativos que describe Lillo es la alteración en la conducta habitual de Monsalve tras el presunto hecho de abuso. El testigo relata que su conocimiento anticipado de la denuncia le permitió detectar una serie de actitudes inusuales.
“El haberme enterado antes sirvió para darme cuenta que Monsalve empezó a actuar más errático. Monsalve era alguien muy compuesto y que siempre sabía qué decir, pero desde el 25 actuaba como inseguro. El 25, fuimos a la reunión con Orrego y el jefe de PDI, quien cuenta que gracias a las huellas dactilares habían encontrado a una persona acusado por dos hechos de violación. En ese momento, Monsalve, quien siempre era muy compuesto, hizo unos movimientos de mano hacia la cabeza, luego las bajó, luego las volvió a subir, luego apuntó a una de las personas de la reunión, como señal de incomodidad. Él siempre era muy calculado en las reuniones, nunca se descolocaba en ellas, por eso me pareció raro”, declaró.
El comportamiento errático no se limitó a esa instancia. Según Lillo, en otro encuentro, esta vez con personal de Senda, Monsalve mostró otro extraño comportamiento. “Nos quedamos en el pasillo, ella detrás mío, esperando entrar a la reunión, y ahí salió Monsalve. Desde su oficina se nos acerca, para a un metro de distancia y nos pregunta si íbamos a entrar los dos a la reunión, a lo que le dije que sí. Y ahí él dice, ‘sí, está bien’, mientras se aleja. Luego se para, se gira, regresa unos pasos hacia nosotros, vuelve a detenerse, luego se vuelve a girar y entra a su oficina, y sigue diciendo ‘sí, está bien, está bien’, como repitiéndose a sí mismo. Ambas conductas eran muy inusuales en él”.

"Estoy en riesgo, su señoría": El desesperado ruego del abogado que estafó por más de $400 millones para pedir cambio de cárcel
Sin embargo, Lillo asegura que ese comportamiento "errático" terminó abruptamente cuando la denunciante salió con licencia médica. A partir de ese momento, afirmó que Monsalve retomó la seguridad y compostura que lo caracterizaban previamente.
“El miércoles 9 de octubre, hubo un cambio. Previo a esa jornada Monsalve todos esos días andaba con un suéter, lo que era muy raro porque él era del sur y solía resistir bien el frío. Sé que suena raro, pero era muy extraño. Llega el 9 de octubre y se notó que volvía a ser el Monsalve siempre seguro, como empoderado. (Nombre de la denunciante) ya estaba con licencia. Era volver a ver a Monsalve de antes. Que había habido un switch que cambió”.
También podría interesarte:

