Revelan pruebas que vinculan a sospechoso del crimen de Ana María Pizarro con otro homicidio en La Serena
El caso de Ana María Pizarro, cuyo cuerpo fue hallado en La Serena 17 días después de haber desaparecido el 3 de abril, ha dado un nuevo y preocupante giro. La policía busca intensamente a su expareja, quien es señalado como el principal sospechoso del crimen. Sin embargo, este miércoles, T13 reveló nuevos antecedentes que apuntan a que este mismo hombre podría estar involucrado en otro homicidio ocurrido hace cinco años.
El día que Ana María desapareció, había dicho que iba a cobrar un finiquito, sin embargo, aquello nunca se concretó. El Ministerio Público y la PDI, lograron determinar que ese 3 de abril Ana María se dirigió a casa del hombre. Según el análisis de las cámaras de televigilancia, una vez que la mujer ingresó al inmueble, no volvió a salir.
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Después de esto, el sujeto la habría desmembrado y habría repartido su cuerpo en bolsas de construcción al día siguiente del crimen, en un intento por eliminar cualquier evidencia. De acuerdo con los análisis de la policía, el hombre hizo al menos cinco traslados en bicicleta por las calles de La Serena con los restos de Ana María, a plena luz del día.
Pese a que el hombre aún no ha sido detenido, el fiscal regional de Coquimbo, Patricio Cooper aseguró que “está totalmente identificado, hace varias semanas que hay una orden de detención en su contra, la policía lo está buscando y eso es lo que puedo decir por ahora (…) Esperamos encontrarlo pronto, pero en calidad de autor, hay solo una persona”.
Sin embargo, lo más inquietante surge en torno a antecedentes exclusivos que reveló T13 durante la noche de este miércoles. Es que el sospechoso estaría relacionado con otro brutal asesinato ocurrido en 2019.
Se trata del crimen de María José Zambra, cuyo cuerpo desmembrado fue encontrado el 18 de octubre de ese año, bajo un puente en La Serena, justo el día en que comenzó el estallido social.
En la última marcha en memoria de Ana María, la imagen de María José también fue exhibida por manifestantes, y no por casualidad. Es que semanas después del hallazgo del cuerpo de Zambra, su teléfono, que había desaparecido, fue reactivado. El chip fue detectado en un nuevo dispositivo que utilizaba la misma Ana María Pizarro.
En su momento, Pizarro fue entrevistada por la policía y confirmó que el teléfono le pertenecía, pero que no lo usaba ella, sino su pareja. Ese hombre era, precisamente, el mismo sujeto que hoy es intensamente buscado como principal sospechoso de su asesinato.
