El complejo momento de Pollo Stop, un ícono de la comida rápida santiaguina que marcó una época en los 80 y 90



“Estoy en la arena, tumbado, raja, pegoteado por la humedad, sin fuerzas siquiera para arrojarme al mar y flotar un rato hasta desaparecer”. Así comienza la famosa novela Mala Onda, de Alberto Fuguet, que recrea Santiago y Reñaca en 1980. En otra escena, el protagonista Matías Vicuña está con una amiga con la que no quiere estar. Lo llaman amigos que organizan una fiesta. “¿Vamos?”, le dicen. “Estamos en el Pollo Stop… Juntémonos allí. Ya sabes dónde es”.
Auge y caída. Abierto hace 50 años en Las Condes, el Pollo Stop no solo aparece en crónicas y novelas, sino que marcó época en la vida santiaguina. Fue una verdadera sensación con sus pollos asados. Y era el lugar donde muchos querían estar y dejarse ver. Un lugar taquilla. Llegó a tener decenas de locales por el país.
- Hoy la cadena vive momentos de zozobra. Tras solicitar su reorganización judicial en 2023, por deudas de más de $12.700 millones, el año pasado Pollo Stop logró la aprobación de un plan para ponerse al día con sus acreedores. En enero de 2024 la cadena determinó cerrar seis locales. En ese tiempo tenía cerca de 15 y daba trabajo a 640 personas. Asimismo, se eliminaron cargos gerenciales y de supervisores.
El consorcio. La empresa pertenece al Grupo Unifood, que también controla Pedro, Juan y Diego y la Fuente Nicanor. Algunos de sus acreedores son el Mall del Centro Concepción y Parque Arauco. Se presentó una propuesta con el fin de “continuar desarrollando el negocio, cumpliendo compromisos con los trabajadores, clientes y proveedores”.
- La cadena atraviesa un período incierto. Bajo la Ley 20.720 lo que busca es evitar su quiebra mediante el reordenamiento de sus ingresos y gastos. La propuesta para saldar su deuda en cuotas mensuales fue aprobada en marzo de 2024 por el 98,78% de los acreedores.
- El compromiso fue vulnerado en diciembre de 2024 y en enero de 2025 según el veedor del acuerdo, Patricio Jamarme. Por este incumplimiento, cualquiera de sus acreedores está en condiciones de acudir a la justicia para que decrete la liquidación forzosa de Pollo Stop. Además de pedir que las deudas sean pagadas y las garantías ejecutadas.
El empresario. Unifood fue fundado por el empresario chileno Jacques Albagli, considerado el hombre que más sabe del rubro gastronómico en el país. Estuvo detrás de Pollo Stop, Pedro, Juan y Diego, Heladería Savory, Fajita Express, Fuente Nicanor y XS Market. En 2016 tomó el control del grupo el fondo de inversión Mesoamérica con sede en Costa Rica. Compró el 75% y el resto quedó en los socios chilenos.
- En esa ocasión, Albagli dijo que el objetivo era mejorar la experiencia de los clientes y ofrecer mayores oportunidades de trabajo. “Unifood ha sido la empresa de la industria gastronómica chilena que mayor valor ha creado”, dijo.
- Sin embargo, en noviembre de 2020 decidió salirse del grupo. “Es un negocio muy demandante de tiempo y creo que 37 años en la industria es suficiente”, comentó en Diario Financiero. Reconoció que les faltó lanzarse a la internacionalización, que estuvieron a punto de llevar la marca Gatsby a Argentina y una red de heladerías en Perú.

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Años difíciles. De acuerdo a informaciones de Pollo Stop la firma se vio muy comprometida por el estallido social y la pandemia, que mermaron considerablemente sus ingresos. En el actual panorama arriesgan una quiebra. Pero su clásico logotipo seguirá iluminando la historia gastronómica santiaguina.