“Llevamos conversando hace meses con dirigentes de Republicanos”, dice de entrada el diputado de la UDI Guillermo Ramírez.
Quiénes son los UDI que están llevando adelante las negociaciones con Republicanos fue una de las interrogantes que dejó la petición formal que hizo el gremialismo a sus pares de RN y Evópoli este miércoles en torno a incluir al partido de José Antonio Kast en la negociación municipal.
Y justamente uno de los protagonistas de las tratativas “no oficiales” —así las llama— ha sido el exsecretario general de la UDI. Ramírez, en 2016, lidió con la primera negociación municipal de Chile Vamos como bloque.
En esta entrevista, el parlamentario desmenuza parte de los objetivos políticos que plantea su colectividad para buscar este acercamiento y llama a la unidad para enfrentar a la izquierda.
—¿Desde cuándo se dan las conversaciones de la UDI con Republicanos?
—De manera no oficial, como un acercamiento entre personas con las que tengo amistad, llevamos conversando varios meses. Pero recién hace algunas semanas, planteé este tema en el comité electoral de la UDI; le planteé este tema de manera más formal a los amigos de Republicanos y, desde ese momento, hemos estado conversando más en serio. Las conversaciones han sido para ver si existe la posibilidad de poder llegar a un acuerdo en materia de concejales. Es importante decir que aquí no hay ninguna decisión tomada, y que las conversaciones no son a espaldas de las directivas de los partidos sino que son hechas con la voluntad de proponer algo que sea viable y que finalmente los partidos puedan tomar.
—Con un acuerdo en concejales, ¿cuáles serían los lineamientos políticos?
—El objetivo es lograr un primer acercamiento que nos permita tender puentes de confianza y que podamos lograr la unidad que muchas personas —que comulgan con nuestras ideas— anhelan. Nosotros tenemos el anhelo común de derrotar a la izquierda y en un año que va a ser tremendamente importante para Chile, que puede llegar a ser refundacional, no se entendería que entre no estuviéramos unidos para combatir ideas totalmente alejadas de nuestro ideario. Si queremos defender las ideas de la libertad, si queremos defender la familia como núcleo central de la sociedad, si queremos defender que las personas y los gobiernos locales sean quienes tomen las decisiones y las riendas de su vida, entonces, tenemos que estar unidos. Cuando miramos lo que tenemos al frente, que es la izquierda radical, todas las diferencias en Chile Vamos, desde Republicanos a Evópoli, parecen nimias y por eso tenemos el deber de trabajar unidos.
—La historia entre Republicanos y Chile Vamos es compleja, se ve bastante desconfianza. José Antonio Kast en su momento se declaró opositor al gobierno de Sebastián Piñera, solo por señalar un hecho. ¿Cómo se conforma un pacto en esas circunstancias?
—La relación entre Republicanos y Chile Vamos no puede ser más mala y efectivamente los puentes están cortados, pero en esta hora difícil para Chile el que llama es el deber y tenemos que dejar de lado las legítimas diferencias —que, por lo demás, son muy pequeñas— para poder trabajar para los desafíos que se vienen. Esas diferencias no pueden transformarse en un obstáculo para trabajar juntos.
—¿No es más urgente unirse de cara al plebiscito del 25 de octubre, teniendo en cuenta de que la opción Rechazo tiene una desventaja sustantiva ante el Apruebo, según sondeos públicos?
—Los diputados que estamos por el Rechazo estamos en un inédito esfuerzo por la unidad. Por ejemplo, la gira por Chile que iniciamos la semana pasada, la estamos haciendo diputados de RN, la UDI y Evópoli, en una estructura que supera a los partidos políticos y nuestra disposición a que también participen dirigentes de Republicanos es total y absoluta. En las regiones que hemos visitado, nos hemos juntado con dirigentes de Republicanos, los hemos escuchado, los hemos invitado a trabajar con nosotros y la disposición de Republicanos para trabajar por el Rechazo ha sido total. Ese es el espíritu que debemos tener después para armar una lista de constituyentes, en caso de que gane el Apruebo.
—José Antonio Kast es súper crítico con Joaquín Lavín. En caso de avanzar en un acuerdo, ¿le pedirían bajar de nivel esa discusión?
—Acá tiene que haber realismo político y el realismo indica que podemos llegar a un acuerdo en materia municipal, en materia parlamentaria. Eventualmente en los constituyentes, pero hay que respetar el hecho de que hay distintos proyectos políticos y que a primera vuelta presidencial vamos a llegar con distintos candidatos. Eso va a ocurrir, por lo tanto, desde ya tenemos que asumir esa realidad y no dejar que entorpezca un posible acuerdo en las otras elecciones.
—Usted dice que habrá distintos candidatos en primera vuelta, porque José Antonio Kast nunca ha estado dispuesto a ir a una primaria de Chile Vamos...
—Yo entiendo cuál es su postura frente a la presidencial y creo que no debemos desgastarnos en intentar que vayamos juntos a primera vuelta, pero sí creo que vale la pena desgastarse en que vayamos juntos en la municipal y en todas las otras elecciones que tenemos el próximo año.
—¿Cree que RN y Evópoli estarán dispuestos a incorporarlos en un pacto de concejales, por ejemplo?
—Dentro de Renovación y de Evópoli —y hablo con conocimiento de causa—, hay muchísimas personas que se dan cuenta de que la unidad es el único camino si queremos salir bien parados de este difícil año que se nos viene.
—De concretarse este acuerdo, la derecha dura, que al menos desde 2016 estaba afuera, se sumaría a un pacto de cara a elecciones. ¿Qué beneficios trae para el sector y para la coalición Chile Vamos?
—Tenemos un sistema electoral que premia a las listas más votadas y desde una perspectiva electoral esto significaría más concejales tanto para los partidos de Chile Vamos como para Republicanos. Pero lo que a mí más me preocupa no es el tema electoral sino que es el hecho de poder generar una coalición fuerte que aglutine a todo lo que esté a la derecha de la izquierda para hacer frente a los desafíos políticos e ideológicos que se vienen. Pienso que llegar a un acuerdo a nivel de concejales tiene un simbolismo que es mucho más potente que el simple hecho de poder sacar más concejales en una lista común.
