Tina Turner falleció a la edad de 83 años en Küsnach, cerca de Zúrich, tras una larga enfermedad no especificada. La noticia de su muerte se dio a conocer este jueves: "Con ella, el mundo pierde una leyenda de la música y un modelo a seguir".
La artista anteriormente había luchado contra el cáncer intestinal y padeció presión arterial alta durante más de cuatro décadas.
Sus representantes confirmaron a Daily Mail que la Reina del Rock 'n' Roll murió por causas naturales.
Tras conocerse su deceso, resurgieron las memorias de Turner, donde admitió que una vez consideró el suicidio asistido en 2016 antes de que su esposo Erwin Bach le donara desinteresadamente su riñón.
Ella reveló en sus memorias que se inscribió en una organización de suicidio asistido mientras se preparaba mentalmente para la posibilidad de morir. Turner descubrió que su presión arterial alta no controlada había acelerado su daño renal, por lo que si su cuerpo dejaba de funcionar, podía adoptar la medida que tenía en mente.
Turner fue diagnosticada por primera vez con presión arterial alta en 1978 y en 2016 comenzó su batalla contra el cáncer intestinal. Al mismo tiempo, sus riñones estaban fallando, lo que llevó a su cirugía de trasplante en 2017.
El 9 de abril de 2023, en lo que se cree que son sus últimos comentarios públicos, le dijo a The Guardian cómo esperaba que el mundo la recordara y cómo no temía a la muerte. "¿Cómo te gustaría ser recordada?" le preguntó el medio.
"Como la Reina del Rock 'n' Roll. Como una mujer que mostró a otras mujeres que está bien luchar por el éxito en sus propios términos", respondió la ahora fallecida cantante.
Cuando se le consultó qué le asusta de envejecer, respondió: "Nada. Esta es la aventura completa de la vida y abrazo y acepto cada día con lo que trae".
