La cantante Taylor Swift lloró durante los alegatos finales del juicio por una supuesta agresión sexual que sufrió en 2013, cuando posaba para una foto junto a un locutor de radio de Denver, acusación que ahora debe ser zanjada por el veredicto de un jurado de la misma ciudad.
El jurado de ocho miembros decidirá si el DJ, David Mueller, tocó intencionalmente el trasero de Swift, y si su madre y un miembro de su staff hicieron que el hombre fuera despedido de la radio por eso. Mueller ha negado firmemente las acusaciones y demandó a la cantante y su equipo por 3 millones de dólares en daños.
Swift contrademandó exigiendo solo un dólar como reparación, porque –dijo- quiere que el caso sirva de ejemplo e inspiración para las víctimas de agresión sexual.
El viernes, el caso de Mueller contra Taylor Swift fue desestimado por el juez, aunque el caso contra su madre y Frank Bell, miembro de su equipo directivo, continúa.
Swift empezó a llorar durante el argumento final del abogado de Mueller.
"No sé qué tipo de hombre agarra o manosea a una superestrella de la música... Pero no es él", dijo el abogado Gabriel McFarland apuntando a su cliente.
"Nadie vio lo que describe la señorita Swift... porque no ocurrió", dijo.
El abogado argumentó que la foto del encuentro -que Swift usó para probar su acusación- mostraba a la cantante sonriendo en ese momento y no se veía tan molesta como decía estar. "Miren la cara de la señorita Swift y pregúntense: ¿Es la cara de una persona a la que un hombre extraño acaba de agarrarle el trasero?", dijo al jurado.
Swift empezó a llorar en ese momento, y fue consolada por su madre, Andrea, y Douglas Baldridge, su abogado.
Cuando fue el turno de Baldridge, calificó el pleito de Mueller de "arriesgado y ridículo" y señaló que tampoco se han presentado pruebas que refuten la historia de Swift.
"La historia de la señorita Swift nunca cambió. Nunca, durante cuatro años ", dijo al jurado. "¿A los agresores como David Mueller se les permitirá victimizar a sus víctimas?", preguntó. También atacó el testimonio de Mueller, quien apuntó que alguien más, incluido uno de sus jefes, podría haber sido el que manoseó a Swift. "Es una historia completamente confeccionada para ir contra sus ex empleadores dos años después".
El juicio comenzó el lunes pasado, y se estima que durará nueve días.
