Psicóloga explica por qué romper con un "casi algo" puede doler aún más que terminar con una relación larga
Psicóloga explica por qué romper con un "casi algo" puede doler aún más que terminar con una relación larga - Freepik
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Es una realidad recurrente en la psicología actual: muchas personas experimentan un dolor más intenso tras la ruptura de un vínculo de pocos meses que tras el fin de una relación de varios años. Este fenómeno, conocido popularmente como el duelo por un "casi algo", ha dejado de ser una exageración para convertirse en un foco de análisis sobre cómo nos vinculamos hoy en día.
Según Milagros Burgos, psicóloga y sexóloga, aunque estas relaciones carezcan de una etiqueta formal, el vínculo emocional es real. Al existir interacción y conexión, el "casi algo" ya constituye un "algo" con peso propio. El problema principal radica en que estos vínculos suelen romperse abruptamente durante la fase del enamoramiento, un periodo caracterizado por la idealización extrema de la otra persona.
Durante esta etapa, asociamos al otro únicamente con experiencias placenteras; las primeras citas cargadas de emoción, planes espontáneos, charlas de madrugada y la proyección de nuestra mejor versión como también la recepción de la mejor cara del otro.
La razón por la que la caída emocional es tan dura reside en la fantasía. No solo se extraña a la persona real, sino a la idea que nos habíamos formado de ella y a todo lo que proyectamos a futuro.
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Incluso las famosas "mariposas en el estómago" son puestas bajo la lupa. Según la psicóloga, estas emociones a menudo no son más que incertidumbre ante la novedad. Al tratar con alguien nuevo que genera sensaciones agradables, nuestro cerebro lo etiqueta como alguien de alta relevancia, lo que provoca que, al terminar la interacción, el impacto emocional sea devastador.
"No sólo hacemos el duelo de lo que pasó, sino también de lo que no llegó a pasar: el viaje que no hicimos, la idea de que con esa persona te veías para algo serio, etc. Porque los casi algo dejan atrás un futuro que parecía posible" señala Burgos agregando que es necesario hacer un "duelo por todas las preguntas que nunca tendrán respuesta".
