El 26 de diciembre de 2004 un sismo de 9,3 grados Richter, el más grande en el mundo desde 1960, afectó a las costas de la isla indonesia de Sumatra, provocando un tsunami que devastó el litoral de países asiáticos como Sri Lanka, Tailanda, entre otros, incluso parte de África.

A diez años de aquel episodio, con oraciones y visitas solemnes a las fosas comunes conmemoran este viernes en Asia la catástrofe que dejó 220 mil muertos o desaparecidos y azotó a 14 países del océano Índico.

En Banda Aceh, la zona más cercana al epicentro del sismo, las ceremonias partieron entonando el himno nacional de Indonesia a través de un coro de hombres y mujeres en un parque de 20 hectáreas.

El vicepresidente de ese país, Yusuf Kalla, sostuvo que aunque en un principio la catástrofe provocó "conmoción, sufrimiento, miedo, confusión", luego "nos recuperamos y recibimos la ayuda de forma extraordinaria, desde Indonesia y desde todas partes, y nuestro espíritu revivió".

En Sri Lanka, donde 31 mil ciudadanos perdieron la vida, se efectuó una ceremonia en el lugar donde golpearon las olas gigantes, las cuales - entre otras cosas - arrastraron un tren a unos 90 kilómetros al sur de Colombo, donde murieron mil pasajeros.

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