Cuando la selección uruguaya de fútbol ganó su Copa América número 15, los jugadores comenzaron a cantar un clásico de las hinchadas, pero con un importante giro temporal.

"Y volvimos y volvimos, y volvimos otra vez, y volvimos a ser campeones, como la primera vez", corearon desenfrenados los celestes, alternando a veces el final con la variante "por decimoquinta vez".

Era 24 de julio de 2011 y los futbolistas liderados por el entrenador Oscar Washington Tabárez, más conocido como el Maestro, no hacían más que corear lo que 3 millones de uruguayos estaban sintiendo.

No solo convertía a Uruguay en el país con más Copas América, sino que lo hacía en Argentina, el país con el que hasta entonces empataba.

"Aquella copa se celebró con tanta intensidad de este lado del Río de la Plata y afloró el patriotismo y apoyo a una selección como hacía años no acontecía", señala Luis Eduardo Inzaurralde, editor de Deportes del diario uruguayo El Observador.

"Todo a partir de un detalle que no fue menor: Uruguay volvió a liderar en forma exclusiva la tabla histórica".

Y al otro lado del Río de la Plata, Andrés Eliceche, del diario argentino La Nación, entiende el motivo de júbilo.

"Hacen bien los uruguayos en sentirse orgullosos de marchar a la cabeza en ese duelo: ¿cómo no estarlo, siendo un país tan pequeño en territorio y habitantes, si del otro lado hay un gigante?".

El clásico del Río de la Plata

Los choques entre Argentina y Uruguay en la Copa América son el llamado "clásico del Río de la Plata", protagonizado por las selecciones de ambos por primera vez el 16 de mayo de 1901 en Montevideo.

Ganado por Argentina 3-2, fue el primer partido internacional fuera de las islas británicas y con el paso del tiempo se convirtió en el choque entre naciones más jugado en la historia del fútbol.

Ya son 192 enfrentamientos oficiales con los argentinos resultando victoriosos en 89 ocasiones, los uruguayos 59 y un total de 45 empates.

Sin embargo, aunque la estadística del clásico marcha claramente a favor de la albiceleste, en cuanto a títulos importantes la balanza se inclina a favor de los celestes, algo que reconoce Eliceche.

"No importa que la Argentina haya ganado más partidos en los mano a mano, los porotos se cuentan con los trofeos sobre la mesa", afirma.?

Torneos oficiales de la selección mayor

Convertida en potencia futbolística a comienzos del siglo pasado, entre los trofeos conquistados por Uruguay se destacan los triunfos en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928.

Si bien Argentina también tiene dos títulos olímpicos, Inzaurralde hace la salvedad de que las circunstancias fueron distintas.

"Uruguay los ganó cuando se trataba de una competencia que adquiría las características de Mundial", recalca. "Argentina también tiene dos, pero dos muy pero muy devaluados por el techo establecido de la edad para jugadores menores de 23 años, reforzados con hasta tres mayores".

Y ese detalle queda reflejado en las estrellas de la camiseta de cada equipo.

"Uruguay muestra cuatro estrellas ?dos mundiales (1930 y 1950) y dos Juegos Olímpicos? mientras que el escudo de la AFA solo contempla los títulos de los mundiales 78 y 86, dejando de lado los dos títulos olímpicos", apunta Eliceche.

"¿Qué puede ostentar a nivel de selecciones mayores Argentina que Uruguay no consiguió?", se pregunta Inzaurralde.

"La Copa Rey Fahd (luego denominada Copa Confederaciones), que le ganó en 1992, ¡a Arabia Saudita, Estados Unidos y Costa de Marfil! Qué dejar entonces para Uruguay que en 1981 se quedó con la impactante Copa de Oro, que jugaron todas las selecciones campeonas del mundo, hasta ese momento, incluido Argentina".

¿Y los otros torneos oficiales?

Si la discusión sobre el equipo más campeón se extiende a todas las categorías Argentina saldría favorecida, pero Inzaurralde no está de acuerdo con ese argumento.

"¿Los Mundiales sub 20? No pueden entrar a tallar en esta comparación de quién es más campeón. ¿Los de futsal o fútbol playa? Menos. Salvo que se pretenda establecer quién es el más campeón en divisiones formativas que, en ese caso, Argentina podrá asignarse el privilegio".

Por lo pronto y ciñéndose a los triunfos en Mundiales, Olímpicos y Copas América, la conquista uruguaya de 2011 en el torneo continental marca la diferencia.

"Ahora bien, ¿qué pasaría si la Argentina ganara el Mundial de Rusia?", se pregunta Eliceche.

¿Tendría sentido decir que la lucha quedaría empatada? ¿O habría que empezar a discutir a partir del peso específico de cada copa? Quizás entonces, si sucediera, la argumentación de un lado y otro mereciera más la pena.

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