En una nueva jornada del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, este jueves declaró el médico vecino que acudió a ver  al “10” aquel 25 de noviembre de 2020. Se trata de la primera persona ajena al entorno del astro que lo vio en la casa del barrio San Andrés.

El médico cirujano Colin Campbell Irigoye, uno de los seis testigos que declararon este jueves en la cuarta jornada de juicio, vivía a unos 60 metros de la casa de Maradona. A las 12:26 horas recibió el llamado de los guardias de seguridad, quienes le pidieron si por favor podía acercarse porque “Diego Maradona se había descompuesto y ya habían llamado a la ambulancia”.

Según detalló, lo recibieron dos personas, a quienes identificó como el psicólogo y un chofer. Fue el primero quien lo acompañó hasta el cuarto donde se encontraba el campeón del mundo en México 1986.

“Al entrar a la habitación me encuentro con una persona haciéndole masaje cardíaco (la enfermera Dahiana Gisela Madrid) y a otra haciéndole respiración boca a boca (Julio Coria, seguridad). Pregunto hace cuánto lo encontraron y me dijeron que se había levantado a desayunar a media mañana y que volvió a su cuarto. Intenté encontrarle algún signo vital y no le encontré pulso ni le sentí la respiración”, expuso Campbell Irigoye.

El médico comenzó a realizarle masajes cardíacos mientras preguntaba qué elementos tenía a disposición para asistir a Maradona, pues sólo contaba con un tensiómetro y un estetoscopio que había llevado desde su casa. La respuesta que recibió fue negativa.

Ante la pregunta del fiscal sobre cómo vio a Maradona cuando ingresó a la habitación, el médico vecino contó que “vi a una persona que estaba acostada, estaba en una posición como durmiendo, muy obesa y una temperatura más baja de lo normal. Ya no tenía signos vitales hace un tiempo largo. El brazo lo tenía colgando sobre el lado derecho. Estaban sueltos, no tenía tonicidad. Era una persona que estaba postrada hace mucho tiempo”.

Acerca de esto, la jueza le preguntó cuánto era para él un “largo tiempo”, ante lo que el médico respondió: “entre una o dos horas”.

Luego de eso llegó la primera ambulancia al lugar. Uno de los médicos entró con elementos para realizar una apertura en las vías aéreas. En ese momento, Campbell Irigoye colaboró colocándole a Maradona una máscara en la cara. “Me encontré con una rigidez mandibular”, afirmó.

En otra parte de su declaración, el testigo también manifestó que conocía la vivienda donde estaba el ídolo argentino, pues era de un amigo suyo. Dijo que la casa “no era nada que ver como era antes”, pues “estaba muy sucia, desordenada, especialmente el cuarto”

“No había nada de limpieza básica para tener a una persona recién operada”, advirtió.

El testigo enfatizó que mientras le realizaba masajes cardíacos a Maradona pregunto si había en el lugar un desfibrilador, un botiquín u oxígeno, y que la respuesta que le dieron fue que “no había nada”.

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