Hoy en día, tener una idea innovadora de negocio marca la diferencia en el mercado de los emprendimientos. Sin embargo, poder tener este tipo de ideas a veces es el paso más difícil. 

¿De dónde vienen las ideas innovadoras? A continuación, te mostramos 3 consejos que te servirán para analizar tu entorno y encontrar la creatividad que andas buscando. 

1. Identifica un problema / oportunidad 

Analiza tu alrededor y fíjate en los diferentes problemas que existen y que aún no tengan solución. Puede ser un problema pequeño o grande, la idea es que descubras una necesidad para el público. 

Para esto, también es útil preguntarle a diferentes personas, familiares, amigos e incluso desconocidos. Mientras más puntos de vista tengas, más posibilidades habrán de descubrir un problema.   

2. Junta la mayor cantidad de ideas posibles 

Una vez que tengas identificada la necesidad que quieres cubrir, comienza a pensar en las formas que existen para resolverla. En este punto es muy importante anotar cada cosa que se te ocurra, por muy tonta que parezca. Luego, cuando tengas una gran cantidad de soluciones, léelas en voz alta y descártalas de a poco según su viabilidad. 

También será muy útil que comiences a informarte del tema del problema. Así será más fácil pensar soluciones que sean realmente posibles. Otra opción también es asesorarte por expertos del rubro de la necesidad que buscas cubrir. 

3. Fomenta la retroalimentación y cuestiónate si tu idea es realmente ejecutable 

Cuando ya tengas algunas soluciones viables, habla con tus cercanos y preséntales tus ideas. Quizá te hagan notar un problema en tu razonamiento, o quizá te celebren aludiendo a tu creatividad. Sin importar el resultado, siempre será importante tener un punto de vista ajeno que puede retroalimentarte. 

Después de eso, si piensas que ya lograste tener una idea innovadora, fíjate en qué tan posible es ejecutarla. Por ejemplo, piensa en el capital financiero o humano que necesitarás para poder desarrollarla. 

Si llegaste a este punto, te recordamos que no solo puedes ocupar tus ahorros para comenzar un negocio. Hoy en día existen fondos, subsidios, préstamos e incluso inversionistas.

Sin embargo, es importante que analices el mercado para tener en cuenta que tan sustentable será llevar a cabo tu idea. 

¿Y qué hacer si finalmente la idea no funciona? 

Lo más importante es no sentirse derrotado. Si una idea no funciona no quiere decir que realmente sea mala, sino que puede ser que tenga problemas con su implementación.

El paso siguiente a esto es volver a empezar y tomar esta "falla" como una experiencia útil.  

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