Por qué importa. El discurso que el presidente estadounidense Donald Trump dio este martes en la asamblea general de Naciones Unidas marcó su intención de dar un giro en la conducción del organismo internacional y, de paso, su rechazo a causas apoyadas ampliamente como la lucha contra el cambio climático, que calificó de una “estafa”, pese a la evidencia científica existente.
- “La ONU tiene un tremendo, tremendo potencial”, dijo. “Pero no está ni cerca de estar a la altura de ese potencial (…). Son palabras vacías y palabras vacías no resuelven guerras”.
- Su intervención fue leída en la ONU como una señal de que es improbable que adhiera al grupo de países que promueve que una mujer latinoamericana asuma como la próxima secretaria general del organismo internacional y que, en cambio, respalde a un postulante afín a sus intereses.
- En este nuevo escenario es que su cercanía con el presidente argentino Javier Milei, con quien se reunió el martes en Nueva York, es vista como un probable apoyo al candidato de esa nación: el director del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi.
- Su influencia en el proceso deriva del poder de veto que, en la práctica, tienen los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China.
Qué dicen de Grossi en la ONU. “Ahora se habla de él como favorito”, dijo al medio The National el director del think tank Grupo de Crisis Internacional en la ONU Richard Gowan, cuando se esperaba el discurso del presidente estadounidense.
- “Antes de la victoria de Trump, todos coincidían en que la próxima jefa de la ONU debía ser una mujer y, muy probablemente, de América Latina”, dijo Gowan, publicó The National el 19 de septiembre. “La nueva creencia es que el ganador será un hombre”, dadas las políticas mostradas tras el regreso de Trump a la Casa Blanca.
- Gowan advirtió sí que “Grossi… quizás esté llegando a su máximo potencial demasiado pronto”, por lo que “no creo que podamos afirmar con mucha certeza que vaya a ganar la carrera”.
Quién es Grossi. Rafael Mariano Grossi, 64, nació en 1961 en Buenos Aires, estudió ciencias políticas, cursó un doctorado en historia y política internacional y es diplomático de carrera.
- Ésta incluyó ser embajador en Austria entre 2013 y 2019, es decir, durante las presidencias de Cristina Fernández y Mauricio Macri. Previamente había sido jefe de gabinete y director adjunto del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
- En 2019, el presidente de centro derecha argentina anunció su postulación a la cabeza de la OIEA, cargo desde el cual ha monitoreado la situación nuclear por la guerra en Ucrania y en Irán.
- “Grossi ha encabezado personalmente misiones del OIEA en la central nuclear de Zaporizhzhia, ocupada por las tropas rusas, donde los equipos de la agencia, incluido él mismo, han quedado en medio de fuego cruzado”, dijo en agosto Infobae.
- En junio de este año, durante el conflicto con Israel, fue amenazado por el régimen iraní por sus críticas al estado de su programa nuclear que, sostuvieron, fue utilizado como excusa para los bombardeos.
- “Una vez que termine la guerra, nos ocuparemos de Grossi”, dijo Ali Larijani, cercano al ayatollah Ali Khamenei, en redes sociales.
- El secretario de estado estadounidense Marco Rubio calificó entonces de inaceptables esas amenazas.
- El 27 de agosto, tras obtener el respaldo del presidente Milei, anunció en Washington DC que “voy a ser candidato a secretario general de la ONU”.
- Según detalló a la Agencia EFE, lo hizo tras comentar su postulación en la reunión sostenida más temprano con Rubio.
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¿Y Bachelet? En el escenario de una mujer latinoamericana como nueva líder de la ONU, la economista y exvicepresidenta de Rosta Rica Rebeca Grynspan aparece como la favorita para suceder al portugués António Guterres, que el 31 de diciembre de 2026 concluirá su período.
- Otra alternativa era la expresidenta Michelle Bachelet, cuya candidatura fue oficializada este martes por el Presidente Gabriel Boric.
- Se trata de una postulación que tiene fuertes obstáculos, dado que -según altas fuentes diplomáticas- difícilmente podrá sortear la resistencia que genera en la administración Trump.
- En el frente interno, para Bachelet es un imperativo tener apoyo transversal para que su postulación sea vista como “una candidatura del estado chileno”. Pero las primeras reacciones de la oposición han ido en el sentido contrario.
- Si bien Boric fue quien anunció su candidatura, será su sucesor quien decida si impulsarla o no.
- Tanto Kast como Matthei han evitado otorgarle su respaldo y la estrategia de buena parte de la oposición apunta a no desgastarse en criticar a Bachelet, sino que apuntar contra Boric y el que haya tomado una decisión de Estado sin consultar a todos los sectores.
- Kast fue consultado por su apoyo a la postulación de Bachelet en un eventual gobierno suyo. “Primero tengo que ganar, no tengo una bolita de cristal”, comenzó respondiendo. “Habría sido bueno que el Presidente de la República, viendo que hay ocho candidatos, nos hubiese invitado a un cafecito y nos hubiese preguntado por esto. Pero no, él se manda solo en relaciones internacionales”, añadió.
- Matthei, en tanto, optó por no referirse al tema durante esta jornada. El martes, horas antes de que Boric realizara su discurso en la ONU, se limitó decir que “me pronunciaré el 12 de marzo, eso es lo que corresponde”.
