Qué pasó. El Fiscal Nacional, Angel Valencia, reaccionó rápido el 24 de enero pasado. De visita en Iquique, se enteró de que el día anterior la ministra de la Corte Suprema María Cristina Gajardo había accedido a extraditar a Venezuela a uno de los principales líderes del Tren de Aragua en Chile, David Landaeta Garlotti, más conocido como “Satanás”.

  • “No estamos conformes con la primera resolución que se ha dictado. Por ese motivo apelamos a ella”, informó la máxima autoridad del Ministerio Público, agregando que esperaba que la Suprema acogiera sus argumentos y “se pueda seguir el proceso en contra de este sujeto en el país”.

La apelación. Esta fue, en efecto, presentada por el abogado Alvaro Hernández Ducos, de la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones de la Fiscalía Nacional.

  • En el documento, Hernández recordó el crimen cometido por Landaeta en Aragua, donde junto a otros sujetos asesinó (en 2015) a Williams Roberto González Martínez, “acribillándolo con más de 20 tiros de calibre 9 milímetros, provocando su muerte. La víctima no contaba con arma alguna”.

Identidad falsa. En el libelo, el abogado aporta antecedentes hasta ahora desconocidos en relación con “Satanás”, como se apoda a Landaetta Garlotti, entre ellos el que al momento de ser detenido portaba una cédula venezolana falsa, a nombre de “José Ramón Ruiza Ramírez”, agregando que se dirigía hacia Colchane, con el fin de huir de Chile, luego de que previamente cometiera un homicidio.

  • Según detalla Hernández, “Satanás” está formalizado por secuestro con homicidio, secuestro extorsivo, robo con intimidación, trata de personas con fines de explotación sexual, porte ilegal de arma de fuego y porte ilegal de municiones, entre otros.

“El Lucero”. El documento explica que Landaeta era el brazo derecho del líder del grupo en Chile (Carlos González Baca, conocido como “Estrella”); es decir, cumplía la función de “Lucero”. En la estructura interna del Tren de Aragua existen diversos “grados”.

  • Al tope del grupo se encuentra el “PRAN”, sigla venezolana para designar a un “Preso Rematado Asesino Nato”, función que cumple en el penal de Tocorón (Aragua) Héctor Rutherford Guerrero, más conocido como “El Niño”.

 

  • Según un informe del capítulo venezolano de Transparencia Internacional, debajo del PRAN se encuentran los “PRANES”, que se asimilan con los integrantes de un gabinete, y al mismo nivel figuran los “Luceros de Alta”, que son los sujetos más cercanos al PRAN. En un escalafón mucho menor aparecen los “Luceros de la Baja”, gente de confianza (pero no tanta), que están en contacto diario con los presos, pues no hay que olvidar que el Tren de Aragua es una estructura nacida y triunfante en el ambiente carcelario.
  • También existen los “Escuderos”, que son básicamente los soldados que protegen al PRAN, y los “Gariteros”, que cumplen funciones de vigilancia del entorno.

El sicario. Además, la apelación indica que Garlotti cumplía funciones como sicario y también cobraba “vacunas”, es decir, impuestos territoriales o porcentajes de actividades ilícitas, “siendo particularmente violento en contra de los individuos que se resistían a pagar”.

Extradición. Entre otros antecedentes, lo central del asunto, como señala uno de los considerandos del escrito, es que si Garlotti es extraditado y termina de cumplir su condena en Venezuela, luego de eso se podría reanudar el juicio en Chile, pero ello “resulta del todo ilusorio”.

  • Por lo mismo, se pide que se revoque parcialmente el fallo de la ministra Gajardo y se ordene que sea entregado a Venezuela una vez que termine el caso por el cual está acusado ante el Juzgado de Letras y Garantía de Pozo Almonte, por parte de la Fiscalía SACFI de Iquique.

Lo que hay detrás. En el Ministerio Público prácticamente hay unanimidad respecto de la posición adoptada por el Fiscal Valencia, entre otras cosas porque fiscales y policías que han debido relacionarse por causas criminales con Venezuela señalan que, dada la corrupción imperante en el sistema penitencia y el hecho de que los “PRAN” son quienes manejan buena parte de las cárceles, Garlotti difícilmente pasará mucho tiempo preso.

  • Peor aún, especulan algunos, si quisiera volver a Chile podría hacerlo sin mucha dificultad, por cualquiera de los múltiples pasos ilegales que existen en el norte. “La única forma de que efectivamente se quede preso allá es porque se lo ordene El Niño Guerrero”, explica una fuente.

El dilema. Pese a ello, no pocos integrantes del aparato de persecución penal expresan su preocupación por el hecho de que las cárceles chilenas están cada día más pobladas por miembros del Tren de Aragua y en Gendarmería existe plena conciencia de que, en la medida que sean más, más fuertes se van a volver al interior de los penales.

  • Entonces, el dilema sobre qué hacer con los miembros de esta organización criminal no es menor, pues se debate entre expulsarlos y creer (ilusamente) que no regresarán a Chile, o mantenerlos en las cárceles chilenas, alternativa más segura en ese sentido, pero también entraña un riesgo: que el Tren de Aragua comience a asentarse en las cárceles locales.

El rol de Gendarmería. Ante ello, todos los actores coinciden en que la única salida pasa por conseguir que el poder político dote de mayores recursos y facultades a Gendarmería, a fin de que esta pueda no solo investigar con mayor amplitud al interior de los penales (aunque hay coincidencia en que lo está haciendo muy bien) y cuente con los medios necesarios para segregar a los presos de este tipo de clanes criminales, a fin de evitar que sean ellos quienes lleguen a manejar internamente las penitenciarías del país.

La estructura del Tren de Aragua:

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