Pesimismo. En su Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, el Banco Central (BC) arrojó un panorama pesimista para 2023 en una serie de indicadores clave de la economía. Pese a que la tendencia apunta en la misma dirección de los IPoM previos, el documento arroja luces actualizadas sobre las sombras que afectan a la actividad.

  • Mientras el BC espera que la inflación cierre más arriba del informe previo (12,3% versus 12%), mientras que para 2023 apunta a un avance de 3,7% (versus 3,3% del IPoM de septiembre). “Esta revisión considera la sorpresa acumulada en los últimos meses y un TCR [tipo de cambio real] que descenderá más lentamente a lo largo del horizonte de proyección”.
  • Para el Producto Interno Bruto (PIB), en 2023 se ajusta a la baja la proyección desde -0,5 a -1,5 del reporte previo, a un rango de -0,75 a -1,75 ahora. Ese empeoramiento de la ya anunciada recesión está en línea con estimaciones de analistas privados, y en cambio se aleja del -0,5% con que Hacienda hizo los cálculos para la Ley de Presupuestos 2023.
  • “Hemos tenido un ajuste que se ha extendido durante parte importante de 2022, con caídas de la demanda interna, caídas de la actividad trimestre a trimestre; tuvimos una caída en el tercer trimestre y vamos a volver a tener una caída en el cuarto trimestre. De ahí la economía va a tender a estabilizarse y va a empezar a recuperarse”, dijo no obstante el ministro de Hacienda, Mario Marcel. Para Marcel, la trayectoria que prevé Hacienda converge con la del Banco Central, y por lo tanto aseguró que las diferencias son más bien de promedios anuales.
  • Para el Banco Central, “la proyección sigue considerando que el consumo y la inversión mostrarán tasas de variación negativas en 2023. Esto refleja un mercado laboral que ha perdido fuerza, expectativas de hogares y empresas en niveles pesimistas, un tipo de cambio real elevado y condiciones financieras más restrictivas para todo tipo de créditos”. Fue un párrafo que describe con mayor concisión el pesimismo previsto para el próximo año.
  • “En los precios de las materias primas sigue previéndose una trayectoria a la baja respecto de sus niveles actuales. Para el cobre se anticipan precios promedio de US$3,55 y 3,45 para los próximos dos años, y para el petróleo se prevén valores en torno a US$80 en el mismo lapso”.

Optimismo. Entre las notas de optimismo están, por ejemplo, la corrección al alza de la proyección de crecimiento de 2022. Ahora se espera que el PIB este año suba 2,4%, mejor al rango entre 1,75% y 2,25% del IPoM de septiembre.

  • Asimismo, “en el escenario central se proyecta que la inflación total seguirá reduciéndose en los próximos trimestres, y convergerá a la meta de 3% en la segunda mitad de 2024. La inflación subyacente tendrá una reducción algo más lenta, llegando a 3% hacia fines de 2024”. Para contribuir a que ese derrotero ocurra, el Banco Central inició una escalada de alzas en la tasa de interés que llegó a su peak de 11,25% en octubre. El martes 6 de diciembre el consejo del BC mantuvo la Tasa de Política Monetaria en ese nivel. La mayoría del mercado cree hoy que conservará el mismo tipo rector en la reunión de enero, sobre todo luego del sorpresivo IPC de noviembre.

Continuidad y diferencias. En conferencia de prensa, la presidenta del BC, Rosanna Costa, remarcó que el IPoM de diciembre opera en el mismo marco trazado desde septiembre. “Hace mucho tiempo que no teníamos un corredor de tasas” similar al del informe previo, “lo que resume que estamos en un escenario bastante similar”.

  • Pero entre las diferencias está un escenario exterior con mayor deterioro, que se refleja en una inflación persistente frente a la cual bancos centrales de economías desarrolladas deben subir su tasa. Además, se suma las probabilidades de recesión en EE. UU. y Europa.
  • Aunque la inversión en 2022 ha sorprendido al alza, Costa indicó que parece confinado a sectores en particular que no estarían relacionados con el ciclo. En el consumo hay “un ajuste nítido”, tal como se esperaba, manifestó, en línea con el informe de septiembre.

Parámetros estructurales. El Banco Central se había comprometido a realizar las actualizaciones de dos parámetros estructurales: el PIB de tendencia y la tasa de interés neutral.

  • PIB tendencial: “En línea con la proyección de junio de 2021, se estima que el crecimiento tendencial del PIB no minero seguirá reduciéndose a lo largo del período 2023-2032 […] para el período 2023-2032, el crecimiento tendencial del PIB no minero promediará 2,2%”.
  • Tasa neutral: “La TPM neutral se estima en 3,75%, con un rango entre 3,5 y 4% (+25pb respecto de la estimación anterior). Esta alza es coherente con la reciente reversión de las tasas neutrales en otras economías, que alteró la tendencia a la baja que mostraban las tasas a nivel global”.
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