Abigail Palmer, una madre de 33 años de Inglaterra, fue encarcelada por matar a su hija de dos meses luego de romperle las costillas durante una golpiza para que dejara de llorar. 

Según consigna People, la niña de nueve semanas falleció producto de la falta de oxígeno que le originaron los golpes. Además, antes de llamar a los servicios de urgencia para reportar el estado de su hija, la madre llamó en varias ocasiones a un traficante de drogas para comprar cocaína. 

Al llamar a la ambulancia, ya habían pasado 15 minutos desde el ataque por lo que los paramédicos no pudieron salvar a la bebé. 

Anteriormente la custodia que tenía Palmer estaba en peligro producto de su drogadicción, ya que la mujer consumía drogas incluso durante su embarazo, pero ella habría prometido cambiar su estilo de vida. 

Durante la audiencia, la mujer declaró que habría matado a su hija porque llevaba 72 horas sin poder dormir producto de los llantos de la niña, a lo que la jueza le dijo a la madre: "Lo que hiciste es espantoso. Solo tú sabes porqué agrediste a Teri-Rae de esta manera”.

Abigail Palmer permanecera durante 13 años en una cárcel de Birmingham. 

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