AFP

Dos explosiones en la capital de Filipinas acabaron este sábado con la vida de dos personas e hirieron a otras seis, informó la policía, justo una semana después de otra explosión en la misma zona.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó uno de los dos ataques, afirmando haber matado a cinco musulmanes chiitas, en un comunicado publicado a través de su agencia de propaganda Amaq. 

Una explosión inicial ocurrió sobre las 06H00 (10H00 GMT) cerca de la mezquita de Quiapo, situada en la parte vieja de Manila, una gran zona de barrios marginales, informó el jefe de policía de la ciudad, Oscar Albayalde.

Esta explosión acabó con la vida de dos personas e hirió a otras cuatro, añadió. 

Una segunda detonación aconteció en el mismo sector cerca de las 18H30 locales, según confirmó un fotógrafo de la AFP que se encontraba entre un grupo de periodistas cerca del lugar.

Dos policías, que estaban inspeccionando la zona después de la primera explosión, resultaron heridos por la segunda, aseguró Albayalde en la cadena de televisión GMA.

Ambos incidentes ocurrieron en una estrecha calle atestada de comercios ambulantes de ropa y artículos para el hogar. 

Las explosiones tuvieron lugar justo en el exterior de un centro de la comunidad islámica y a unos cien metros de la Mezquita Dorada de Quiapo.

Filipinas es un país mayoritariamente católico, pero tiene también una importante minoría musulmana, que vive, entre otras zonas, en Quiapo.

La primera detonación dañó parte del centro islámico y rompió las ventanas de los edificios cercanos, según el fotógrafo de la AFP y otros testigos. 

El jefe de la policía de Albayalde dijo que la primera explosión parecía provenir de un paquete que estaba siendo entregado por un hombre en motocicleta. 

"El hombre de la motocicleta que entregó el paquete murió. El otro muerto fue la persona que recibió el paquete", dijo en una entrevista en la radio DZRH.

Albayalde afirmó, antes de la reivindicación del EI, que no había pruebas de que ambas detonaciones fueran ataques terroristas. "No queremos especular pero es posible que fuera una guerra entre pandillas", aseguró.

El 29 de abril, otra explosión tuvo lugar en Quiapo, coincidiendo con la reunión de varios líderes del sudeste asiático a pocos kilómetros. En esta ocasión, 14 personas resultaron heridas

El EI también reivindicó el ataque, pero las autoridades insistieron en que no se trataba de un acto terrorista.

Las personas que han jurado fidelidad al grupo extremista sunita se encuentran en el sur del Filipinas, a más de 800 kilómetros de Manila, y operan mayoritariamente en esa zona.

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