Estados Unidos tiene por delante 79 días de alta tensión mientras se completa el conteo de votos de las elecciones presidenciales y se definen los pleitos en torno a los resultados.

Pase lo que pase, el 20 de enero de 2021 comienza el nuevo periodo presidencial.

Sin embargo, un día después de las elecciones seguía sin estar claro quién gobernará el país.

El alto número de boletas que se enviaron por correo ha retrasado unos conteos que se viven en una creciente tensión por las denuncias del presidente Donald Trump de un supuesto fraude.

Hasta la noche del miércoles, el exvicepresidente llevaba la ventaja en una carrera que ha resultado ser mucho más ajustada de lo que habían adelantado las encuestas.

No se sabe a ciencia cierta cuándo alguno de los dos candidatos llegará a los 270 votos en el Colegio Electoral necesarios para ganar.

Pero desde el día de la elección en adelante, las leyes estadounidenses presentan una serie de procedimientos con sus métodos y sus plazos determinados, para terminar de definir quién será el mandatario por los próximos cuatro años.

BBC Mundo te explica cuáles son esos pasos y fechas clave.

El 8 de diciembre, día del "puerto seguro"

No es extraordinario que este 2020, un día después de las elecciones, hubiera estados que seguían contando votos. Es normal que el escrutinio no se complete en la noche después de las elecciones.

De hecho, generalmente muchos estados siguen contando por varios días y hasta semanas después, y son los medios y las encuestadoras quienes proyectan el ganador.

Sí es cierto que este año puede llevar más tiempo de lo habitual.

En algunos de esos estados, se permite que se contabilicen los votos por correo que lleguen varios días después del 3 de noviembre, siempre y cuando vengan con sello postal de antes de esa fecha o del día de las elecciones.

También es perfectamente posible que, debido a lo ajustado de los resultados, se ordene un recuento de los votos en varios de los estados.

Y es igualmente probable que los abogados de ambos partidos políticos acudan a los tribunales para buscar fallos judiciales que los favorezcan en aspectos de estos recuentos.

Una situación de espera similar se vivió en los comicios del año 2000, cuando el entonces candidato republicano, George W. Bush, y el demócrata Al Gore disputaban una reñidísima elección en el estado de Florida.

Las autoridades ordenaron un recuento de votos que se prolongó por casi un mes.

Al final, Gore aceptó su derrota por 537 votos contra Bush en Florida, siendo este resultado suficiente para entregarle la Casa Blanca al republicano.

En este país, cada uno de los 50 estados tiene sus propias normas electorales, pero la ley federal establece una fecha común para que se terminen los recuentos.

Se conoce como la fecha de "puerto seguro" (safe harbor en inglés), y en esta oportunidad es el 8 de diciembre.

Para esa fecha, dice la legislación federal, toda la información de los resultados debe haber llegado a "puerto seguro", es decir, debe haber sido entregada por las autoridades electorales de todo estado y, en una situación normal, debe comenzar a esclarecerse quién será el nuevo presidente.

14 de diciembre: se reúne el Colegio Electoral

Una vez todos los estados concluyen los conteos de los votos, las autoridades de cada estado certifican a qué candidato apoyarán los delegados del Colegio Electoral, la entidad que efectivamente elige al presidente.

El candidato ganador en cada estado tiene derecho al apoyo de todos los delegados de ese estado (con la excepción de Maine y Nebraska). Por ejemplo, el que gane en el estado de Florida, obtiene la adhesión de todos los 29 delegados en el Colegio Electoral.

En su conjunto, el Colegio Electoral tiene un total de 538 delegados. El candidato que obtiene 270 votos o más en esa entidad, es el nuevo mandatario.

Las autoridades de cada estado habrán certificado los resultados electorales el 8 de diciembre. Días después, el 14 de diciembre, los delegados se reúnen en cada capital de estado para oficializar su voto.

Esta reunión normalmente tiene un carácter puramente ceremonial. Pero en este año algunos advierten que el evento podría tener más importancia.

No se puede descartar que, debido a la controversia en torno a las denuncias del presidente sobre presunto fraude electoral, especialmente en torno al voto por correo, en algunos estados donde el Partido Republicano controla la legislatura estatal, esta podría no aceptar como válidos los resultados de las elecciones en su estado.

La legislatura estatal podría, por cuenta propia, asignarle al candidato republicano los delegados al Colegio Electoral.

La ley asegura que en última instancia, es la legislatura estatal la que decide a cuál candidato se asignan los delegados, aunque por más de un siglo, la tradición es que se le entregan al aspirante a la presidencia que haya obtenido más votos en ese estado.

El 14 de diciembre podría darse en teoría una situación con dos grupos rivales de delegados del Colegio Electoral reuniéndose en un mismo estado, prometiendo su apoyo a distintos candidatos. Unos, obedeciendo a la legislatura estatal y otros manifestando su adhesión al ganador del voto popular en el estado.

En ese caso, dice la ley, el Congreso Federal tendría la decisión de escoger entre los dos grupos de delegados enviados por el estado, potencialmente decidiendo así el rumbo de la elección.

La ultima vez que esto ocurrió fue en 1876.

6 de enero de 2021: el Congreso federal certifica el resultado

Una vez se ha manifestado el Colegio Electoral, el también recién elegido Congreso federal de Estados Unidos se reúne en Washington a partir del 3 de enero de 2021, y el 6 de enero, certifica el resultado de la elección presidencial, según lo que ha manifestado el Colegio Electoral.

En el caso de un empate entre dos candidatos en los votos del Colegio Electoral, es la Cámara de Representantes del Congreso Federal la que vota para decidir la elección, con un voto otorgado a la representación de cada uno de los 50 estados.

La ultima vez que esto ocurrió fue en 1824.

La toma de posesión presidencial: 20 de enero de 2021

El proceso de sucesión presidencial debe concluir inevitablemente el 20 de enero.

En esa fecha, al mediodía, termina el actual periodo presidencial de Donald Trump y comienza el nuevo periodo, con el candidato que haya sido certificado el 6 de enero como ganador de las elecciones.

El presidente electo entonces tomará el juramento de posesión ante un magistrado de la Corte Suprema y será el presidente de Estados Unidos hasta el 20 de enero de 2025.

Si por cualquier motivo no pudiesen tomar posesión del cargo el presidente o vicepresidente electo entonces asume el cargo la siguiente persona en la línea de sucesión, el presidente de la Cámara de Representantes, o sea la demócrata Nancy Pelosi.

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