China indicó el jueves haber llegado a exactamente 100.000 personas enfermas de covid-19 desde el comienzo de la pandemia hace casi dos años en la ciudad de Wuhan, según estadísticas oficiales que no incluyen los contagiados asintomáticos.

Pese a algunos brotes esporádicos, China consiguió contener la propagación del coronavirus en su territorio desde la primavera boreal de 2020. La población ha recuperado una vida casi normal, gracias a una política drástica de prevención.

El gigante asiático, con 1.400 millones de habitantes, no registra más que varias decenas de infecciones diarias, lejos de los balances de otros países del mundo.

El jueves, el ministerio de Sanidad dio cuenta de 77 nuevos contagios a nivel nacional, llevando a exactamente 100.000 el total acumulado oficialmente desde comienzos de la pandemia.

A título comparativo, Reino Unido, con una población de unos 67 millones de personas, registró el miércoles una cifra récord de 78.610 contagios en solo 24 horas.

A diferencia de la mayoría de países, el balance chino no incluye a las personas asintomáticas, que se cuentan separadamente y aumentan en varias decenas de media diaria.

Desde el comienzo de la pandemia, China registró 4.636 fallecidos por covid-19. Desde mayo de 2020, solo dos personas han muerto oficialmente por esta enfermedad.

El último brote de importancia en el país se declaró en la rica provincia costera e industrial de Zhejian (este), al sur de Shanghái, donde se anunciaron 56 enfermos el jueves.

Los ciudadanos chinos pueden acudir con normalidad a restaurantes, comercios, hospitales, lugares turísticos y oficinas, aunque deben presentar un "código de salud" verde en su teléfono inteligente.

Este código no requiere que la persona esté vacunada, sino que funciona por geolocalización y certifica que no ha estado en un lugar afectado por un brote o en contacto estrecho con un caso.

Aun así, la vacunación se promueve intensamente, incluso es casi obligatoria entre funcionarios y en trabajadores de empresas públicas.

El último recuento del ministerio de Sanidad evoca 2.630 millones de dosis administradas entre sus 1.400 millones de habitantes, aunque no precisa el porcentaje de población que ha recibido al menos dos dosis.

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