AFP

China excluyó de facto el lunes del parlamento de Hong Kong a dos diputados independentistas que leyeron deliberadamente mal el juramento de toma de posesión, en señal de protesta contra el poder de Beijing.

El jefe del ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, aseguró que aplicará "totalmente" la decisión de dejar fuera del Consejo Legislativo (LegCo) de la excolonia británica a los dos diputados.

La decisión alimenta el temor de una parte importante de la opinión pública de Hong Kong de que el poder central busca reforzar el control del territorio que volvió a China en 1997.

Muchos temen que ese control del poder central vaya en desmedro del estado de derecho y de la independencia del sistema judicial de la isla.

El comité permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el parlamento chino, basándose en una interpretación de la Constitución de Hong Kong, consideró que el juramento no se podía pronunciar de nuevo, tras un primer intento en octubre.

Un juramento que no respeta la Constitución "tiene que ser invalidado y no puede ser pronunciado de nuevo", dictaminó la ANP.

La ANP se adelantó de esta manera a la decisión que debe tomar la Corte Suprema de Hong Kong sobre el caso a pedido del gobierno de la isla.

La Corte Suprema debe decidir si los diputados Baggio Leung y Yau Wai-ching deben ser descalificados e impedidos de ocupar el cargo.

Al leer el juramento, Yau Wai-ching y Baggio Leung, elegidos en septiembre, rechazaron pronunciar correctamente la palabra "China" y usaron términos peyorativos.

Se debe poner fin "conforme a la ley" a las palabras y acciones que "violan el procedimiento de juramento" y se utilizan "para insultar el país y el pueblo chino y promover la secesión", declaró el jefe del gobierno de Hong Kong.

Desde hace tres semanas, el funcionamiento del LegCo de Hong Kong ha sido perturbado por el rechazo del juramento de estos dos diputados independentistas, que habían jurado con un cartel que decía "Hong Kong no es China".

Hong Kong goza de una semiautonomía basada en el principio "Un país, dos sistemas", que guió las negociaciones entre China y el Reino Unido que concluyeron con el acuerdo de retrocesión del territorio británico bajo soberanía china.

Sin embargo, muchos hongkoneses consideran que las libertades inscritas en la Constitución se están erosionando.

En otoño de 2014 decenas de miles de habitantes se manifestaron exigiendo más democracia en la ley electoral sin lograr que el gobierno modificara su posición.

El fracaso de estas manifestaciones dio lugar al nacimiento de un movimiento independentista.

Las elecciones legislativas de septiembre pasado permitieron la elección de un puñado de candidatos favorables a una mayor autonomía de Hong Kong con relación a China.

Pero el gobierno central considera que promover la independencia es un acto de traición.

Un portavoz de la sección del gobierno chino que se ocupa de Hong Kong y Macao se congratuló por la decisión de la ANP.

"Esta interpretación demuestra la determinación y la firme voluntad del gobierno central de oponerse a 'la independencia de Hong Kong'", dijo el portavoz citado por la agencia Xinhau.

"Está en conformidad con las aspiraciones comunes de todo el pueblo chino, incluidos nuestros compatriotas de Hong Kong", agregó el portavoz.

La crisis constitucional y el anuncio de la intervención de Beijing en el asunto provocaron manifestaciones el domingo en esta excolonia británica, que tiene un estatuto especial dentro de China.

El domingo por la noche la policía usó gases lacrimógenos para dispersar a los centenares de manifestantes que intentaban forzar el cerco de seguridad alrededor del buró chino que actúa como embajada de Beijing en el territorio.

Algunos manifestantes usaron sus paraguas para protegerse de los gases, una escena que recuerda las grandes manifestaciones de 2014 que paralizaron zonas enteras de la ciudad durante dos meses.

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