AFP

Hillary Clinton acusó este lunes a la plataforma WikiLeaks de haber servido a Rusia distrayendo la atención del electorado durante la campaña presidencial estadounidense, justo cuando Donald Trump enfrentaba un escándalo por una grabación en la que se jactaba de tocar a mujeres de forma inapropiada.

La derrota que sufrió la antigua secretaria de Estado frente a Trump en noviembre pasado sigue a flor de piel y en una entrevista a la cadena Australian Broadcasting Corporation, Clinton criticó al fundador de WikiLeaks, Julian Assange. 

"Assange se ha convertido en una especie de nihilista oportunista que hace lo que pide un dictador", dijo Clinton. "Ahora WikiLeaks es lamentablemente una subsidiaria tenida casi por completo por la inteligencia rusa", agregó. 

Según el FBI, la CIA y la NSA, las tres grandes agencias de espionaje de Estados Unidos, el presidente Vladimir Putin y el gobierno ruso "desarrollaron una clara preferencia por el presidente electo Trump", quien durante la campaña hizo comentarios favorables al líder ruso.

Clinton se refirió al escándalo que estalló cuando emergió un video de 2005, en el que el candidato republicano se ufanaba de abusar de mujeres, amparado en su celebridad, en un momento en que Estados Unidos está conmocionado por las acusaciones de acoso y abusos sexuales contra el titán de Hollywood Harvey Weinstein. 

Pocas horas después de que apareció el video, WikiLeaks publicó más de 2.000 correos pirateados de la cuenta del director de campaña de Clinton, John Podesta.

"No tengo ninguna duda de que hubo algún tipo de comunicación y quizás de coordinación para lanzar esto en respuesta", dijo Clinton. 

La excandidata de los demócratas planteó que estas acciones estuvieron motivadas en la animadversión que Assange le profesa.

El australiano, asilado desde hace cinco años en la pequeña embajada de Ecuador en Londres para evitar su extradición a Suecia, que le reclamaba como sospechoso de delitos sexuales, respondió por Twitter defendiendo a la organización y calificó a Clinton como "repulsiva".

Assange ha negado que la fuente de la filtración fuera Rusia.

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