Tras doce años, las próximas semanas la Iglesia Católica vivirá un nuevo cónclave. Los cardenales de todo el mundo se deben reunir para elegir a un nuevo Papa, luego de la muerte de Jorge Mario Bergoglio, el Papa argentino conocido como Francisco I. 

A los 88 años Francisco murió tras una larga enfermedad respiratoria que lo mantuvo hospitalizado entre febrero y marzo de este 2025. 

Ahora, la Iglesia Católica deberá elegir a su sucesor en un cónclave, la reunión de cardenales de todo el mundo en la que se escoge al líder de la institución.

De momento, un cardenal conocido como camarlengo, actualmente el cardenal irlandés-estadounidense Kevin Farrell, dirigirá los asuntos ordinarios de la Iglesia católica romana durante el periodo conocido como "sede vacante".

El camarlengo confirma oficialmente la muerte del papa, un asunto sencillo que hoy en día requiere la intervención de un médico y un certificado de defunción. Hasta algún momento del siglo XX, esto se hacía ritualmente golpeando tres veces la frente del papa con un martillo de plata.

El camarlengo y tres asistentes elegidos entre los cardenales menores de 80 años, conocidos como cardenales electores, deciden cuándo se llevará el cuerpo del papa a la Basílica de San Pedro para que el público presente sus respetos.

Cuándo es el cónclave para elegir a un nuevo Papa

Cardenales de todo el mundo acuden a Roma tras la muerte de un pontífice. Se reúnen a diario en congregaciones generales para debatir asuntos eclesiásticos y exponer las características que, en su opinión, debe tener el nuevo papa.

Los cardenales mayores de 80 años pueden asistir a las congregaciones generales, pero no pueden participar en el cónclave para elegir al próximo papa, que reúne a cardenales menores de 80 años. Gran parte del debate tiene lugar en interacciones personales entre los cardenales.

Tradicionalmente, se observa un periodo de luto de 15 días antes de que pueda comenzar un cónclave. Antes de dimitir en 2013, el papa Benedicto modificó la constitución para permitir que comenzara antes si los cardenales así lo decidían, o un máximo de 20 días después del fallecimiento si algunos cardenales tienen dificultades para llegar a Roma.

El cónclave se celebra en la Capilla Sixtina. Hasta los dos cónclaves de 1978 que eligieron a Juan Pablo I y Juan Pablo II, los cardenales se alojaban en habitaciones improvisadas alrededor de la Capilla Sixtina.

Desde el cónclave de 2005, en el que se eligió al papa Benedicto XVI, votan en la Capilla Sixtina, pero se alojan en la casa de huéspedes Santa Marta, con unas 130 habitaciones. Santa Marta está acordonada y se les traslada en autobús a la Capilla Sixtina.

La palabra cónclave viene del latín y significa "con llave". Procede de una tradición que comenzó en el siglo XIII, en la que se encerraba a los cardenales para obligarles a decidir lo más rápidamente posible y limitar las injerencias exteriores.

En la actualidad, los participantes tienen prohibida toda comunicación con el mundo exterior. Los teléfonos, internet y los periódicos no están permitidos y la policía vaticana utiliza aparatos electrónicos de seguridad para hacer cumplir las normas.

Excepto el primer día del cónclave, en el que hay una sola votación, los cardenales votan dos veces al día.

Para la elección se necesita una mayoría de dos tercios más uno. Si al cabo de 13 días no se ha elegido a nadie, se celebra una segunda vuelta entre los dos candidatos principales, pero sigue siendo necesaria una mayoría de dos tercios más uno.

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