Un bombardero B-52, conocido como “fortaleza volante”, sobrevoló este domingo territorio de Corea del Sur, como una demostración de fuerza de Estados Unidos ante las recientes tensiones entre Seúl y Pyongyang, cuyo líder, Kim Jong-un, ha asegurado que los ensayos nucleares realizados por su régimen son una medida de “autodefensa” ante las provocaciones estadounidenses y surcoreanas.

La enorme nave, capaz de transportar armas nucleares y aparentemente cargada con ellas en esta misión, despegó desde la base de Guam y alcanzó la Base Aérea de Osan, a unos 70 kilómetros al sur de la frontera intercoreana, a eso del mediodía (hora local). Durante la operación, fue acompañada en todo momento por dos aviones de combate, uno estadounidense y otro de la fuerza aérea local.

El B-52 realizó un vuelo de baja altura antes de retornar a la base de Andersen, en Guam, donde se encuentra estacionado de forma permanente. La misión fue lanzada “en respuesta a la reciente acción provocativa de Corea del Norte”, dijeron las fuerzas de Estados Unidos en Corea del Sur, en referencia al ensayo realizado por Pyongyang, que asegura haber detonado una bomba de hidrógeno, algo que los analistas dudan.

Compromiso de hierro

Los ejércitos estadounidense y surcoreano confirmaron que la aeronave, que forma parte de los activos que el Pentágono incluye en su llamado “paraguas nuclear” (pensado para proteger a aliados que carecen de arsenales atómicos como Corea del Sur) voló equipada con misiles nucleares y proyectiles antibúnker. Los B-52 pueden transportar hasta 20 misiles nucleares de crucero aire-tierra AGM-86, capaces de alcanzar un objetivo situado a más de 1.000 kilómetros de distancia.

La última vez que un B-52 sobrevoló cielos coreanos lo hizo junto al B-2 (también con capacidad atómica) en 2013, en unas maniobras con las que Washington y Seúl respondieron a una retahíla de declaraciones de Pyongyang a raíz de las sanciones de la ONU por otro ensayo atómico realizado en febrero de aquel año. Fuentes militares aseguraron que en los próximos días podrían ser desplegados en la península el portaaviones de propulsión nuclear Ronald Reagan, amarrado actualmente en su base de Yokosuka (Japón), o los flamantes cazas F-22 Raptor.

Esto demuestra “el compromiso de hierro” de Estados Unidos de defender a sus aliados, señaló Harry Harris Jr., comandante de la Flota del Pacífico de Estados Unidos.

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