En Ezhou, en la provincia oriental de Hubei, en China, se encuentra un enorme complejo para ganadería porcina que permitirá criar alrededor de 1,2 millones de cerdos al año. El enorme "rascacielos granja” de 26 plantas, construido por Hubei Zhongxin Kaiwei Modern Husbandry, comenzó a operar en octubre del año pasado y apunta a incorporar una segunda torre durante este año.

Granja autónoma

La poco convencional granja cuenta con cámaras de alta definición, cerca de 30.000 puntos de alimentación automáticos y comedores que distribuyen la comida según la etapa de crecimiento, peso y salud del animal. Cuenta también con un sistema que recolecta y reutiliza las heces a fin de que puedan reaprovecharse para generar metano y electricidad.

Cuando el complejo de dos torres funcione en su totalidad, tendrá capacidad para 650.000 animales en un área de 800.000 metros cuadrados, de tal forma que cada planta funcionará como una granja autónoma. De acuerdo con The Guardian, se trata de una inversión de 541 millones de euros.

Un gran consumidor de carne

El gran objetivo de este "rascacielos” responde a la necesidad de satisfacer la demanda del país que más consume carne de cerdo en el mundo: en 2017 el consumo llegó a los 54,75 millones de toneladas, es decir, 49,6 % del consumo global, según información de ICEX. En términos per cápita anual, ese año China registró 30,29 kilogramos.

Aunado al consumo, la industria porcina tiene un aspecto económico importante para el gigante asiático, pues el precio de su carne se vigila como una medida de inflación. Incluso, China dispone de una reserva de carne, a la cual recurre en caso de emergencias para estabilizar los precios si así lo requiere.

Al margen del elevado consumo y vasta producción, cabe señalar que en el país también importa carne de cerdo. Tan solo en 2021 China era el principal destino de las exportaciones de porcino de España con 1,4 millones de toneladas. En 2019 China emitió un decreto para aumentar el apoyo a la industria porcina, lo que ha dado lugar a la creación de decenas de grandes granjas industrializadas en los últimos años.

Una estrategia cuestionable

De acuerdo con The New York Times, el viraje hacia las macrogranjas verticales se aceleró en 2018, con la peste porcina africana como contexto, de tal forma que expertos ya advierten que torres como las de Ezhou son un potencial agravante de enfermedades. Simplemente "demasiado arriesgado,

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