Por Tomás Dodds

Todavía quedan tres años para que comience la próxima carrera presidencial en Estados Unidos, pero los Demócratas ya están analizando sus opciones para vencer a Donald Trump, el que no descarta postular a la reelección en 2020 y mantener la Casa Blanca para los Republicanos durante cuatro años más. 

Un nombre que sigue ganando adherentes entre las filas de la oposición es la Senadora por California, Kamala Harris. Harris, una mujer de 53 años, de color e hija de una madre india y un padre jamaicano, comenzó su carrera como asistente del fiscal de distrito en Alameda, California, hasta llegar a convertirse en la fiscal de distrito en San Francisco.

Luego de ganar la carrera senatorial por California en 2016, Harris llamó la atención de los votantes cuando en 2017 protagonizó un tenso intercambio con el Procurador General de la administración de Trump, Jeff Sessions, durante una audiencia del Comité de Inteligencia del Senado.

"Yo no puedo contestar tan rápido. Me está poniendo nervioso", respondió Sessions frente a una implacable Harris, ya famosa por su carácter directo y decidido al momento de entrevistar a un testigo.

Harris, que se ubica políticamente a la izquierda de los Demócratas, ha sido una de las principales oponentes a los intentos de reforma en materia de salud durante la administración de Donald Trump, incluido el nuevo intento del GOP por pasar la ley Graham-Cassidy que busca revocar y reemplazar al actual sistema de salud, conocido como Obamacare.

Luego de que el Senado votara en contra de la propuesta de Trump para cambiar el sistema de salud, que dejaría sin seguro médico a millones de norteamericanos, Harris twiteó: "Gracias por sus llamadas, tweets, y correos, el plan del gobierno por reemplazar a Obamacare fue derrotado (por ahora). Pero necesitamos seguir luchando". 

Si bien Harris no ha confirmado oficialmente su candidatura, el periódico The Hill citó en julio a varios recaudadores de fondos para campañas políticas quienes aseguraron que Harris ya se estaba reuniendo con donadores y simpatizantes que habían apoyado a Hillary Clinton en la pasada campaña presidencial. Aunque es común que los candidatos no mencionen sus intenciones de postular a la Casa Blanca, por lo menos hasta una fecha más cercana al lanzamiento de las candidaturas, algunos expertos aseguran que Harris está dando todas las señales para apostar a algo más que la silla senatorial de California.

"Tenemos que seguir luchando contra la agenda radical de los Republicanos- en salud, impuestos, y muchos otros asuntos importantes", publicó Harris en su cuenta de Twitter en julio de este año. 

Por otra parte, el Gobernador de California, Jerry Brown, firmó este miércoles una ley que adelanta las primarias presidenciales de junio del 2019 a marzo del mismo año. La idea de esta ley es que California sea uno de los primeros estados en elegir a su candidato presidencial, junto con Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur. Eso le daría a Harris más tiempo y ventaja para construir su campaña presidencial.

Si postula, Harris no tendrá un camino fácil, ya que deberá enfrentarse en la campaña con los experimentados Bernie Sanders, senador por Vermont y con Elizabeth Warren, senadora de Massachusetts, que también han anunciado sus intenciones de sentarse en el Despacho Oval.

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