El 6 de agosto de 1945, los cielos japoneses vieron cómo un imponente Boeing B-29 Superfortress de Estados Unidos llegaba hasta la ciudad de Hiroshima para soltar una bomba que cambiaría la historia militar por completo.

Todo esto, en el marco de la segunda guerra mundial que se desarrolló entre 1939 y 1945. 

El avión bombardero de cuatro hélices, bautizado como Enola Gay, perteneciente al Escuadrón de Bombardeo 393d, pilotado y comandado por el coronel Paul Tibbets, dejó caer la primera bomba atómica que el mundo había visto, dejando una nube en forma de hongo que hasta el día de hoy es recordada con horror.

Imagen a color de cómo quedó destrozada la ciudad, y una de las fábricas de Hiroshima

Devastación sin igual

El ataque fue ordenado por Harry S. Truman, Presidente 33 de Estados Unidos, en medio de la Segunda Guerra Mundial, con lo que buscaba una rendición inmediata del imperio japonés.

Para eso el Enola Gay se equipó con el arma llamada "Little Boy", una bomba compuesta por el isótopo de uranio-235, el cual desató una onda expansiva nunca antes vista, y una devastación que dejó más de 140 mil muertos.

Un pequeño niño llora desconsolado tras la explosión

Víctimas fatales que perecieron por la potencia misma del artefacto explosivo, como también por enfermedades posteriores como leucemia y otros tipos de cáncer, efecto de la radiación atómica.

Según estimaciones de la época, la mitad de la población de Hiroshima pereció.

imagen del antes y después de Hiroshima

 

Por qué Hiroshima

La elección de los blancos a atacar con la bomba que se creó en el "Proyecto Manhattan" debían cumplir ciertos requisitos. Uno de ellos es que fuera de valor estratégico para el imperio japonés, como también que tuviera un impacto psicológico en la población y los gobernantes nipones.

En la imagen, Kiyoshiyo Shikawa, muestra sus heridas por la explosión. Foto tomada en 1948

Así fue como el acta de la segunda reunión del Comité Objetivo, describió a Hiroshima como "un importante depósito de armas y un puerto de embarque en el centro de un área urbana industrial. Es un buen objetivo en el radar y tiene el tamaño suficiente para que gran parte de la ciudad pueda ser exhaustivamente dañada. Existen colinas adyacentes que muy probablemente producirán el efecto de enfocar, lo que seguramente incrementará considerablemente el daño causado por la explosión".

Sin embargo, el bombardeo de Hiroshima no hizo que el imperio firmara su rendición y EEUU volvió a atacar 9 de agosto lanzando una nueva bomba atómica, esta vez en Nagasaki.

Tres días después de que se lanzara la bomba llamada "Fat man", Japón se rindió. 

Así fue como la rendición se hizo oficial el 2 de septiembre.

 

Fotografía tomada en Hiroshima el año 1948, tres años después del lanzamiento, niños utilizan mascarillas para protegerse de la radiación que se mantuvo en la zona

Un recuerdo por la paz

Hoy en día Japón conmemora esta fecha en el Museo Memorial por la Paz de Hiroshima, donde año a año se realiza un ceremonia en honor a las víctimas fatales que dejó este ataque.

Este 2020, debido a la pandemia por el coronavirus, los asistentes llegaron con mascarillas y respetando la distancia social en la colocación de lámparas de papel, las cuales iluminaron los suelos japoneses de diversos colores.

Publicidad