Tendido en el suelo después de caer desde el piso 14, en ropa interior y con el cuerpo apuñalado. Así fue encontrado Alexander “Sasha” Kagansky, un eminente biólogo ruso que estaba trabajando en una vacuna contra el coronavirus.

El cuerpo de Kagansky, de 45 años, fue hallado por un vecino frente a un edificio en San Petersburgo. Su muerte conmocionó a toda Rusia el domingo pasado.

[LEE TAMBIÉN] ¿Por qué hay vacuna contra el COVID-19 y no frente al Sida?

Dentro de las extrañas circunstancias de su muerte, las heridas en su cuerpo sugieren que tuvo una pelea y fue atacado antes de caer por la ventana.

De acuerdo con la agencia Interfax, Kagansky había ido a visitar a un amigo. Datos preliminares sostienen que poco antes de la tragedia ellos tuvieron un conflicto, lo que llevó a las autoridades a abrir una investigación por asesinato y el dueño del departamento fue arrestado.

Por su parte, el medio Mash apunta a que el sospechoso es un ex compañero de clase de Kagansky, el gerente de medios Igor Ivanov, quien afirma que no es culpable del crimen y que el biólogo se suicidó.

Kagansky era un especialista de fama mundial en el campo de la genética, la biología molecular y la investigación sobre el cáncer. Los resultados de sus trabajos fueron publicados en las principales revistas de ciencia del planeta. También fue uno de los iniciadores de la epigenética sintética, una nueva rama de la ciencia biomédica.

Según detalló Nevskie Novosti, en los últimos meses colaboraba en Edimburgo en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus.

Publicidad