El uso obligatorio de la mascarilla ha sido una de las estrategias transversalmente aceptadas por los países en el marco del combate a la pandemia de coronavirus.

Su uso ha provocado estudios que han confirmado la efectividad de éstas para poder evitar contagios por COVID-19.

Sin embargo, hay lugares del planeta que poco a poco han ido deshaciéndose de ellas a raíz del control que han tenido sobre la pandemia y el avance en el proceso de vacunación.

Los países que han sentenciado el fin del uso de mascarillas

Israel, por ejemplo, debido a su buen avance en el proceso de inoculación contra el virus anunció por abril que el uso del cubrebocas dejaría de ser obligatorio en espacios abiertos y ya en junio, se puso fin a la obligatoriedad en lugares públicos cerrados.

Recientemente, Francia fue otro de los países que anunció el fin del uso obligatorio de la mascarilla en lugares al aire libre, algo que entrará en vigencia a partir de este jueves 17 de junio, a raíz de la mejora de la situación sanitaria.

En marzo, en Estados Unidos se empezó a especular con levantar el mandato de uso obligatorio de los barbijos, a raíz del ambicioso plan de vacunación que impulsó en los últimos meses. Sin embargo, dos estados del país norteamericano, Texas y Mississippi, fueron los primeros en revocar indicaciones del gobierno central y eliminaron su uso.

Semanas después, el gobierno de Joe Biden anunció que las personas que ya habían completado su esquema de vacunación podían dejar atrás la mascarilla; pero de todas formas se instó a seguir las recomendaciones sanitarias y utilizar la mascarilla en medios de transporte, así como en lugares de alta afluencia de público.

De igual manera, el estado de Nueva York anunció el levantamiento de todas sus medidas sanitarias tras lograr la vacunación del 70% de su población con al menos una dosis.

En España, el territorio de Gibraltar abandonó en marzo el uso obligatorio de la mascarilla debido a su avance en el calendario de vacunación. Con 34 mil habitantes, se logró inmunizar a la mayoría de los adultos, lo que permitió el avance en mayores libertades. De hecho, se estableció que el uso del cubrebocas solo debe ser obligatorio en espacios públicos cerrados, tiendas y transporte público. Para otros territorios ibéricos, el presidente Pedro Sánchez deslizó que pronto se dejará de utilizar la mascarilla en la calle.

Dinamarca, Bélgica, Polonia, Hungría y Suecia también han dado facilidades para no utilizar la mascarilla de manera obligatoria en lugares abiertos. El último de estos países, eso sí, tuvo un manejo flexible en la pandemia, dando mayores libertades y menos responsabilidades a sus ciudadanos, algo que fue catalogado como un “fracaso” a raíz del aumento de casos y muertes a fines de 2020.

Eso mientras que países como Alemania analizan adoptar medidas similares a las ya dispuestas en otros lugares del planeta.

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