La situación de Michel Temer está lejos de tranquilizarse y su anuncio de que no renunciará por ningún motivo está lejos de estar escrito sobre piedra.

Luego de que se filtraran unos audios en que aparece avalando pagar por el silencio del ex diputado Eduardo Cunha, condenado a 15 años por el caso Petrobras, ahora el presidente de Brasil fue acusado por el fiscal general de tres delitos.

En su presentación para abrir una investigación contra el mandatario, la que se divulgó en esta jornada, Rodrigo Janot incluyó los cargos de corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y organización criminal.

El procurador general asegura que Temer no ha actuado solo, sino que en coordinación del senador Aécio Neves, quien fuera suspendido de sus funciones el jueves.

"Se verifica que Aécio Neves, en articulación, entre otros, con el presidente Michel Temer, buscaron impedir que avancen las investigaciones de Lava Jato, sea por medio de medidas legislativas o por medio del control de nombramientos de los comisarios de la policía que conducirían las investigaciones (...) De esta manera, se vislumbra igualmente la posible práctica de crimen de obstrucción a la Justicia", dice el escrito.

De acuerdo al diario O Globo, Janot concentra su acusación en un diálogo grabado entre Temer y Joesley Batista, empresario dueño del gigante de la industria cárnica JBS e involucrado en una serie de actos de corrupción, en el que le plantea que se dirija al diputado Rodrigo Loures para "futuras negociaciones y decisiones estratégicas del gobierno federal.

Mientras que Folha asegura que Batista reconoció haber pagado, entre 2010 y marzo de 2017, 4,7 millones de reales en sobornos.

Loures ha sido filmado recibiendo un soborno por 500 mil reales.

En paralelo, el palacio de Planalto ha enviado el audio de la conversación entre el presidente y el mandatario a un grupo de peritos, pues cree que fue editada. Con esto buscan alegar que el mandatario es víctima de una "conspiración en su contra".

Además, Temer enfrenta ocho solicitudes para un juicio para su destitución, aparte de un proceso en la justicia electoral que podría anular los comicios de 2014, por presuntos aportes de campaña de la constructora Odebrecht, una de las principales implicadas en el escándalo Petrobras.

El presidente ha pasado gran parte del día en reuniones intentado contener una crisis que avanza como una bola de nieve. Varias de ellas han sido junto a su equipo legal, discutiendo medidas contra Batista, el delator. 

Los medios brasileños aseguran que la acusación del fiscal general ha provocado una grieta al interior del oficialismo

Mientras un grupo prefiere que Temer deje el cargo y se realicen elecciones indirectas, hay otro, en el que se encuentran los ministros Moreira Franco (secretaría general) y Eliseu Padilha (jefe de gabineta), que opina lo contrario.

Otra posibilidad que podría beneficiar al gobierno, según O Globo, es que toda la culpa recaiga sobre Loures, quien reconozca que actuó sin el conocimiento del jefe de Estado.

Publicidad