Singapur y Malasia aliviaron las restricciones de viaje por el coronavirus en una de las fronteras terrestres más transitadas del mundo, al permitir el paso de personas vacunadas sin hacer cuarentena después de casi dos años.
Antes de la pandemia, unas 300.000 personas cruzaban a diario desde Malasia a la ciudad-estado para trabajar en áreas como transporte público y manufactura electrónica.
Pero la mayor parte de los viajes fueron suspendidos en marzo del año pasado, dejando a muchos atrapados en Singapur porque necesitaban seguir trabajando.
Desde el lunes, singapurenses y malasios, personas con residencia permanente o permiso de trabajo que estén vacunados podrán cruzar el puente de un km que separa los dos países sin hacer cuarentena.
"Estoy feliz de poder volver a ver a mi familia después de dos años", dijo a AFP Eunice Teoh, una malasia antes de tomar un autobús en Singapur.
"Me siento un poco nerviosa porque este es el primer grupo y no estoy segura de lo que va a pasar", agregó esta mujer de 28 años que trabaja en finanzas y tiene a su familia en la provincia malasia de Pahang.
Inicialmente, unas 3.000 personas podrán cruzar cada día en un servicio especial de autobús, y deberán hacerse una prueba de covid-19.
Las autoridades indicaron que la fase inicial se dirige a trabajadores que no han podido ver a sus familias por algún tiempo y luego lo expandirán a otros grupos.
También se aliviaron las restricciones a los desplazamientos aéreos, con permiso para que personas vacunadas viajen entre los dos países sin cuarentena.
Previamente, los dos países exigían un período de cuarentena para quienes pasaban de uno al otro.
Los dos países tienen altas tasas de vacunación. Singapur sufrió un brote moderado del coronavirus mientras que Malasia enfrentó una ola fuerte en los últimos meses, causada por la variante delta.