En la víspera de las presidenciales en Estados Unidos, Donald Trump lanza este lunes sus últimas fuerzas en la batalla electoral con la esperanza de contradecir los sondeos, que sitúan a su rival demócrata, Joe Biden, como el favorito. 

"¡Vamos a ganar cuatro años más en nuestra magnífica Casa Blanca!", dijo el domingo en un mitin en Carolina del Norte.

Trump lucha por no ser el primer presidente en más de 25 años que no logra un segundo mandato. En su último día de campaña, dará cinco mítines en cuatro estados: Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin. 

Su último acto electoral será en Grand Rapids (Michigan), como en 2016, cuando logró una victoria que sorprendió al mundo entero. 

Biden, de 77 años, se concentra por su parte en Pensilvania, donde espera imponerse para lograr al fin, en su tercer intento, acceder a la presidencia.  

"¡Dos días más! En dos días podemos poner fin a esta presidencia que desde el principio ha buscado dividirnos", declaró el demócrata durante un mitin este domingo en Filadelfia. 

"La última vez (en 2016), Donald Trump ganó Pensilvania con una ventaja de solo 44.000 votos" de más de 6 millones de votos, recordó. "¡Cada voto cuenta!".

Preocupación por la noche electoral 

Un mes después de su infección por el coronavirus, el presidente estadounidense no da muestras de cansancio y lleva más de una semana recorriendo el país y pasando poco tiempo en Washington. 

Ante la fuerte polarización del país, algunos temen que los partidarios de ambos candidatos salgan a las calles si los resultados tardan mucho en conocerse el martes. 

Trump negó este domingo que fuera a declararse vencedor si los resultados son indecisos, una posibilidad con la que especulan los medios de comunicación. 

"En cuanto terminen las elecciones, nuestros abogados estarán preparados", añadió, sin embargo, sugiriendo la posibilidad de una larga batalla judicial en caso de resultados reñidos.

"Mi respuesta es que el presidente no va a robar estas elecciones", dijo Biden. 

Según el New York Times, Trump quiere celebrar una noche electoral en los salones de la Casa Blanca y se plantea recibir a hasta 400 invitados. 

En la noche del martes, su rival hablará a la nación desde su feudo de Wilmington, en el estado de Delaware.

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