En el corazón de Manila, Filipinas, se encuentra un lugar único: el North Cemetery. Este cementerio ha sido el hogar de al menos dos generaciones de personas, quienes, debido a la creciente sobrepoblación de la capital, han convertido el lugar en una verdadera comunidad. Los residentes del cementerio ya consideran este espacio su hogar, con servicios básicos como alcantarillado, luz y agua, adaptados a la vida cotidiana.
El fenómeno tiene su origen en la grave crisis de vivienda que enfrenta Manila, donde casi 500.000 personas viven en asentamientos informales. En este contexto, el North Cemetery ha sido transformado por sus habitantes en un barrio improvisado, donde muchos se ganan la vida como cuidadores de tumbas, que se han convertido en sus hogares ante la falta de opciones de vivienda digna.
En el cementerio hay familias que llevan décadas viviendo allí, por lo que hay casos de personas que han nacido, vivido y fallecido en dicho cementerio. Al fallecer, son sepultadas en el mismo lugar y sus descendientes continúan sus vidas alrededor de la tumba.
Vivir en un cementerio
A pesar de la situación precaria, el barrio no carece de infraestructura. Al igual que cualquier otro sector de la ciudad, el North Cemetery cuenta con un sistema de transporte que facilita la circulación de los residentes, principalmente a través de bicitaxistas locales. Estos trabajadores, mayormente habitantes del cementerio, mantienen este particular medio de transporte como su fuente de ingresos.
La fotógrafa documental Sofi Prado publicó un video en su perfil de Instagram, relatando y exponiendo parte de las vidas de quienes residen en este cementerio, que albergaría entre unas 6 mil a 0 mil personas.
Sin embargo, la vida en el cementerio no es fácil. El narcotráfico y la prostitución han comenzado a infiltrarse en la zona, lo que ha generado preocupación entre los residentes. Las pandillas y la drogadicción son problemas recurrentes, lo que ha llevado a muchos a asegurar las tumbas con candados, temerosos de ser asaltados por los grupos criminales que merodean por el área.
A pesar de los desafíos, el North Cemetery sigue siendo un lugar de interés turístico tanto para extranjeros como para locales. Muchos se sienten atraídos por la curiosidad de conocer cómo es la vida cotidiana en este singular barrio, que refleja la lucha de los filipinos por sobrevivir en una de las ciudades más superpobladas del mundo.