José Navarro, denominado Brujo de Licantén e imputado por el secuestro de una menor de 11 años en la Región del Maule, envió una carta desde el Centro de Cumplimiento Penitenciario Rancagua, asegurando que solo quería protegerla y lanzando críticas en contra del Ministerio Público. 

Navarro, quien será reformalizado el próximo viernes 18 de mayo por el delito de abuso sexual —luego de que el SML confirmara que la menor presenta indicios— escribió una carta de 8 planas en las que explica por qué huyó con la menor de edad después de un paseo junto a su abuelo Rafael Vidal.

El relato comienza así: “Mi nombre es José Navarro Labbé, el mismo que estuvo ocho días y siete noches con (se omite el nombre de la víctima), perdidos en los cerros. No fue que yo me haya querido llevar a esta menor, muy por el contrario, ella es quien me solicita mi protección, ya que el abuelo la quería matar”.

Según el imputado, la niña habría amenzado a su abuelo con denunciar el supuesto tráfico de droga que mantenía y al que ella había estado expuesta. Según sus antecedentes, la menor ha estado sometida al consumo de cocaína, ha sido descuidada por sus cuidadores y maltratada.

Así mismo aseguró en la carta que el hoyo que cavaron era para él y para la niña, pues ahí Rafael Vidal pensaba sepultarlos.

Archivo perfil José Navarro

“Antes de que yo golpeara a Rafael tuvimos una discusión, la cual terminamos a combos. El viejo me pegó en la sien y en la boca del estómago. Yo le pego unas patadas y combos, pero este saca una corta pluma y me proporciona un corte. Tras ello, el viejo enfurecido viene, toma la pala con ganas de decapitar a la niña, de lo cual yo me percato, reaccionó, recojo el chuzo y lo golpeo, no con la intención de matarlo, sino de noquearlo”, declaró. 

Según su historia, al ver esto, la niña le habría pedido irse con él. “Ahí yo le doy mi palabra y hago una promesa a la menor que mientras estuviera conmigo nada le pasaría. Oferté hasta mi vida con tal de que ella viviera para que pudiera contar lo ocurrido”, indicó.

Además, reconoció haber evadido a la policía porque “no confiábamos en nadie”.

Por otro lado, el imputado aludió a hechos que él interpreta como menoscabo de sus derechos, como la fotografía que se sacaron los efectivos de la PDI cuando lo detuvieron. También dijo que la autoridad a cargo de la investigación, el fiscal regional del Maule, Mauricio Richards, vulneró sus derechos al tomarle declaraciones en ausencia de su abogado.

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