La "Ley de ductos" o "Ley de elección" entró en vigencia este lunes, con lo cual residentes de edificios, condominios y loteos tendrán la posibilidad de elegir o cambiarse de proveedor de servicios de internet, telefonía y TV de pago.

"Esta modificación que elimina toda barrera artificial o monopólica, generará mayor competencia y dinamismos, en beneficios de todas las personas”, comentó la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt.

Con esto se pone fin a una práctica que se realizaba entre las compañías constructoras y los proveedores de servicios. Pues algunos llegaban a tener "exclusividad" de uso, cosa que generaba la imposibilidad de preferir otra compañía para los residentes de un determinado edificio. 

La subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, asegura que “uno de los focos principales que tendrá esta gestión será la de eliminar cualquier tipo de barrera artificial de entrada, a la hora de contratar un servicio de telecomunicaciones".

Tras la entrada en vigencia de la normativa, las empresas no podrán hacer negociaciones entre sí para obtener exclusividad de funcionamiento y, además, se deberán dar facilidades para que todas las compañías puedan instalar sus servicios.

Ahora bien, para las nuevas obras que serán edificadas, todas deberán registrarse a través de la Subtel para que todas las empresas de telecomunicaciones sepan de los proyectos y cómo se desplegarán sus redes.

En ese sentido, la subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, señaló que se "plantea un nuevo escenario, donde las empresas deberán competir para conseguir nuevos clientes, eliminando la posibilidad de acuerdos previos".

Por otro lado, respecto a las edificaciones existentes, se aplica el cambio de normativa, dando facilidades para que ingresen nuevos proveedores.

Además, se establece que cámaras e instalaciones de acceso son compartidas, por lo que no hay chances de negar la llegada de otra compañía, salvo cuando el buen funcionamiento de los servicios se vea afectado.

Sin embargo, si bien se facilita la entrada de nuevos proveedores, no se garantiza que estos lleguen. Pues una de las principales trabas que comentaban las compañías era sobre la "factibilidad" técnica, la que ahora deberá estar justificada.

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